(AUNO-TERCER SECTOR*) En la Argentina existen unas 170 empresas recuperadas que ocupan a unas 12 mil personas. Aunque en su gran mayoría son pequeñas y medianas industrias que tuvieron su auge durante el proceso de sustitución de importaciones que se potenció tras la devaluación, también funcionan bajo gestión de sus trabajadores colegios, clínicas, hoteles y hasta un diario en la provincia de Córdoba.
En el Movimiento Nacional de Empresas Recuperadas definen a estas unidades productivas como “aquellas firmas que tras ser abandonadas por sus patrones, sea por quiebra, desfalco o vaciamiento, son tomadas en gestión por sus trabajadores a través de cooperativas”.
El fenómeno se inició en 1998 en la metalúrgica Impa, ubicada en el sur del gran Buenos Aires. Desde entonces, hasta la fecha ninguna empresa de la recuperadas quebró o volvió a la propiedad de sus antiguos patrones. La mayoría, incluso, incorporó trabajadores a su planta originaria. La mayor parte de las firmas están ubicadas en Capital Federal, Gran Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba, San Juan, Neuquén, Tierra del Fuego, Río Negro y Entre Ríos.
El principal inconveniente que atraviesan en la actualidad las empresas recuperadas es el legal, ya que varias de estas firmas están amenazadas por juicios por desalojos judiciales, pedidos de quiebra y, en algunos casos falta de financiamiento con el cual sostener su producción.
Desde el MNER se impulsan dos reivindicaciones para los trabajadores de estos emprendimientos: modificar las ley de quiebras con el propósito de permitir el pase definitivo a manos de sus empleados, y por otro, solicitar que el Gobierno otorgue un subsidio por cada empleado para poder recomponer el capital de trabajo.
*Agencia Universitaria de Noticias y Opinión.
Revista Tercer Sector
Panorama de las Empresas Recuperadas
El crecimiento de las fábricas recuperadas instala un modelo de economía social solidaria que aún no cuenta con una estructura legal sólida.
Por L.C.