La autocrítica, la búsqueda de respuestas, la valoración de los “verdaderos próceres” y la participación activa de los intelectuales fueron las claves conceptuales de la charla que el historiador y escritor Osvaldo Bayer brindó durante la presentación del libro Entredichos: 30 años de polémicas, llevada a cabo en la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora.
“El papel de los intelectuales es ocupar las primeras filas del pueblo”, sostuvo el militante por los derechos humanos y autor de La Patagonia rebelde, que arguyó: “Los argentinos nos dejamos llevar por los genios y no por los sabios”.
En esa línea, Bayer vindicó la tarea de los periodistas Rodolfo Walsh y Haroldo Conti —desaparecidos durante la dictadura militar comandada por Jorge Rafael Videla— como “ejemplos a seguir” y llamó a la reflexión sobre la cantidad de calles y monumentos que llevan el nombre de militares que participaron de la Campaña del Desierto, aquella misión castrense llevada a cabo por Julio Roca que arrasó con las comunidades originarias: “Ramón Falcón es la avenida más larga después de Rivadavia”, completó irónico.
Bayer se presentó acompañado de Fabián D’Aloisio y Bruno Nápoli, compiladores de Entredichos (*Ver “La importancia del debate”*), pero la voz que más se hizo oír en el Auditorio de la UNLZ fue la del escritor santafesino, que en uno de los segmentos de la charla leyó en voz alta su crónica “La patagonia sigue rebelde”, sobre el viaje que realizó a Neuquén a principios de noviembre para reclamar por que se designe como centro cultural para la comunidad de Choele Choel (Río Negro) la casa donde nació Walsh.
Según narró el autor de Severino Di Giovanni, el idealista de la violencia, en su marcha por la provincia sureña visitó las instalaciones de la ex productora de cerámicos Zanón —hoy FaSinPat (Fábrica Sin Patrones), recuperada por los trabajadores—: “Sin patrones, como tendría que ser en una sociedad racional”, valoró.
En un repaso sobre la actualidad de la representación política, el historiador destacó que la UCR y el peronismo deben “hacer una autocrítica” ya que “ambos cometieron crímenes de lesa humanidad”.
Bayer le atribuyó al peronismo los asesinatos cometidos por la Triple A durante el gobierno de María Estela Martínez de Perón, argumentando que “López Rega fue un ministro designado por Perón”; y subrayó que el radicalismo es responsable de las muertes de la Semana Trágica, que en 1919 se cobró la vida de cientos de obreros durante una violenta represión a una manifestación.
“Para los partidos, ellos no han cometido ningún error”, concluyó Bayer, que reconoció haberle pedido, a mediados de octubre, a la presidenta Cristina Fernández que entregara pensiones para comunidades Kollas del Norte del país. Es que el periodista se preguntó si “¿es una democracia cuando se tiene el 3,5 por ciento de desnutrición infantil?”.
Sobre el cierre de la charla, el historiador de 81 años explicó que “sólo hay violencia debajo cuando hay violencia desde arriba”, y marcó como cuentas pendientes de los argentinos el pensar por qué “no podemos alimentar a nuestros niños” y “nunca pudimos parar a las dictaduras”.
“El pueblo nunca salió a defender al gobierno que había elegido cuando surgió un golpe militar”, reflexionó Bayer, y subrayó: “Tenemos que preguntarnos los por qué para que los sepan las próximas generaciones, ése es el papel de los intelectuales como las primeras filas del pueblo”.
Bayer había iniciado su conferencia hablando del papel de los intelectuales y la cerró en el mismo punto. ¿Qué hubo en el medio? Un repaso por 30 años de historia reciente en una charla de dos horas que finalizó con el aplauso cerrado de decenas de estudiantes que se quedaron hasta el fin.
PER-AFD
AUNO-10-11-08
