Lomas de Zamora, agosto 20 (AUNO) – El periodista Rogelio García Lupo murió hoy en una clínica porteña donde estaba internado, a los 84 años, según confirmaron integrantes de su familia.
Publicó los libros La rebelión de los generales (1962), Contra la ocupación extranjera (1968) y uno que quedó ex profeso en el olvido, porque es un libro molesto: Mercenarios y Monopolios en la Argentina. De Onganía a Lanusse (1971); y Diplomacia secreta y rendición incondicional (1983), El Paraguay de Stroessner (1989), Últimas Noticias de Perón y su tiempo (2006) y Últimas noticias de Fidel y el Che (2007).
Ese último libro fue reeditado en 2012 y la siguiente cita encabeza la obra:
“El mayor servicio que un ser humano puede prestar a sus semejantes es revelar al mundo algo que le interesa profundamente y que hasta entonces ignoraba. Demostrarle que ha sido engañado en algún punto vital para sus intereses temporales o espirituales”, dice la cita que pertenece a John Stuart Mill.
En ese epigrama está concentrada la orientación básica de la actividad periodística y se da además de frente contra la actualidad del periodismo argentino y de buena parte de América Latina, especialmente aquel que se expresa por medio de las grandes patronales mediáticas.
García Lupo fue redactor de Noticias Gráficas, corresponsal sobre temas de la Argentina y del resto del continente para las agencias Prensa Latina (Cuba) e Inter Press Service (Italia); y para los diarios El Nacional (Caracas) y Jornal do Brasil (Río de Janeiro); y para las revistas Marcha (Montevideo) y Tiempo, de España.
A vuelo de Pajarito, el documental sobre García Lupo
Perón y el trabajo periodístico
En 2010, en un reportaje que se le realiza a propósito de su libro Últimas noticias de Perón y su tiempo asegura:
En referencia al trabajo periodístico, ¿hay que partir de investigaciones propias y desconfiar de informaciones interesadas?
Sí. Muchas veces están inspiradas en campañas de acción psicológica, de espionaje y desestabilización de gobiernos. Si alguien se pusiera a estudiar esos años, va a encontrar que en un libro de Raúl Damonte Taborda de 1944 se dice que Perón era un agente nazi, y quizás lo cite con toda naturalidad.
Pero resulta que ese libro era el producto de la acción psicológica que en ese momento se desarrollaba en Argentina dentro de una puja por el poder, con intereses internacionales en juego. El libro de Silvano Santander sobre las relaciones del Ejército argentino con los nazis también aparece citado en todos los libros que se publicaron en la década del 90; incluso en la actualidad, aunque la mayoría de esos textos no se corresponden con la realidad y fueron en su momento desvirtuados.
Adhirió a la masiva movilización del 17 de octubre de 1945 y después tomó distancia del peronismo. Luego del golpe de Estado de 1955 se sumó a la Revista Qué, donde escribían también Arturo Jauretche, Raúl Scalabrini Ortiz y Rogelio Frigerio, entre otros.
Una vez producida la revolución cubana en 1959, García Lupo (Pajarito, tal su apodo) se halla como cofundador de la agencia Prensa Latina junto a Rodolfo Walsh, Jorge Masetti y García Márquez, entre otros; y en la Argentina colabora en el lanzamiento del Semanario de la CGT de los Argentinos.
Durante el gobierno peronista de Cámpora (1973) fue designado director de Eudeba, cargo que ocupó hasta la muerte de Juan Domingo Perón. En 2014, su hijo Santiago García Isler produjo el documental A vuelo de pajarito, en el que repasa su actividad profesional durante seis décadas.
El reportaje aludido está disponible en www.eljineteinsomne2.blogspot.com.ar
AUNO 20-08-16
HRC
Omar dice:
En realidad, García Lupo renuncia en septiembre de 1974.
Cuando asume Ivanissevich en el Ministerio de Educación, intervienen la UBA y ponen a Alberto Ottalagano.
La ultraderechización de la «gestión» Ivannissevich-Ottalagano, era incompatible con el propio pensamiento de García Lupo. Además, se había quedado «solo». Su amigo Arturo Jauretche, había fallecido el 25 de mayo…
Jauretche muerto en mayo, Perón en julio… Septiembre intervenida la UBA… Ya no tenía sentido seguir.
Sin contar, por supuesto, el feo incidente de violencia ocurrido en el taller gráfico dónde EUDEBA imprimía.
Saludo cordial!