“¿Cómo pueden haber inventado el hambre en una país hecho de pan?”, pregunta Alberto Morlachetti. Esta cuestión, que realizada a gran parte de la sociedad la lleva a mirar para otro lado, encuentra en el coordinador del Movimiento Nacional de los Chicos del Pueblo una sola certeza: “La pobreza es un crimen”, porque “en nuestro país no faltan ni alimentos, ni platos, ni madres, ni médicos, ni maestros. Faltan, en cambio, la voluntad política, la imaginación institucional, la comprensión cultural y las ganas de construir una sociedad de semejantes”, considera Morlachetti para explicar las razones de la Tercera Marcha de los Chicos del Pueblo, que partirá el 20 de junio de Tucumán y llegará a Plaza de Mayo el 1° de julio, luego de haber recorrido 4500 kilómetros a través de ocho provincias.
Más razones para marchar: “EL 70 por ciento de la población total del país, o sea nueve millones y medio de niños, se encuentran viviendo en la pobreza, la mitad ya casi no come”, expone Morlachetti desde el Hogar Pelota de Trapo que también dirige. Por esta sencilla causa, “más de cien niños menores de cinco años mueren por día”. Para él, a este número habría que agregar la cantidad de chicos “dañados para siempre física, intelectual y emocionalmente antes del nacimiento de las palabras”.
La marcha partirá de Tucumán, “allí donde años atrás el gran ojo mediático descubrió que en Argentina había hambre y que Barbarita la desnudaba. “Lanzaron el ‘Operativo Rescate’ sin que pudieran salvar un solo niño”, afirma Morlachetti. Como principio de solución, la marcha apunta a generar conciencia de que “los niños son de todos, si comen o no comen, si van a la escuela o la abandonan, si lloran más de lo que ríen. La Argentina tiene hoy la responsabilidad moral, cultural y política de dar a cada niño una vida que merezca ser vivida”.
En Tucumán arrancarán los ocho micros que van a llevar por las provincias a 300 chicos con los que trabaja el movimiento. El 21 de junio, la marcha llegará a Catamarca; el 22, estará en La Rioja; el 23, en Córdoba; el 24, en Santa Fe; el lunes 27 arribarán a Paraná, Entre Ríos; el 28, a Curuzú Cuatiá , en Corrientes; el 29 a Concordia de vuelta en Entre Ríos; el 30 de junio pasará por José C. Paz, en Moreno, Buenos Aires; y el 1º de julio los chicos descenderán de los transportes a 20 cuadras de la Plaza de Mayo.
“Sólo hemos de caminar a la entrada a cada ciudad –para niños marchantes no es poco- para que en cada lugar nuestra llegada sea una celebración. Al frente irán nuestro ya legendario trencito, murgas, zancudos, títeres gigantes y unos trescientos niños”, resume Morlachetti.
En 2000, la primera marcha se inició en La Quiaca; en 2002, en Puerto Iguazú. El símbolo de Tucumán y el hambre mediático no es el único tomado por el movimiento. “Al simbolismo lo consideramos de vital importancia –explica Morlachetti-. Los niños recibirán clases en el camino simbolizando el derecho a la educación. Algunos médicos, aparte de curar sus mocos, simbolizarán el derecho a la salud, así como el trencito el derecho a jugar. Las comidas con que nos reciban los compañeros en innumerables fogones expresa el derecho a alimentarnos con dignidad”.
Laura Taffetani, coordinadora del área de Educación Popular de la Fundación Pelota de Trapo, una de las ONGs que integra el movimiento, cuenta que “los chicos que marchan son de nuestras organizaciones. Vienen haciendo un proceso todos los días, ya que para que un chico comprenda por qué se padre lo abandonó y le de una dimensión real, tiene que saber lo que pasa. La idea de abandono nunca tiene un cierre total, pero es muy distinto pensar que tu madre te abandonó por una situación social que la empujó dejarlo, antes que pensar que fue ‘porque no le gustaste’. Esto se viene trabajando mucho, porque pedagógicamente es absolutamente necesario. Entonces el chico que marcha ya está en un proceso diferente, está bien parado sobre sus pies. No marcha un chico que está haciendo un proceso, porque la marcha no sirve para resolver los problemas que ese niño está teniendo”.
La marcha está recibiendo adhesiones inesperadas.“ Nos sorprende la cantidad”, asegura Morlachetti. Y también su diversidad. Están, entre otros, UNICEF Argentina, la Central de los Trabajadores Argentinos (CTA), la Corriente Clasista y Combativa (CCC), la Confederación de Trabajadores de la Educación de Argentina (Ctera), la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), el Sindicato Unificado de Trabajadores de la Educación de Buenos Aires (Suteba), la Unión de Trabajadores de Prensa de Buenos Aires (Utpba), la Asociación Argentina de Actores, Madres de Plaza de Mayo línea fundadora, la Asociación Madres de Plaza de Mayo, HIJOS, el MTD de La Matanza y gremios y asociaciones de maestros de Santa Fe, Entre Ríos, Tucumán, La Rioja y Capital Federal. Las adhesiones de particulares, que incluyen a Osvaldo Bayer, Eduardo Galeano, Joan Manuel Serrat y Diego Maradona, son mucho más extensas.
El Movimiento Nacional de los Chicos del Pueblo, que reúne a 400 ONGs del país que trabajan con chicos, nació en 1987 en una capilla de Florencio Varela con el impulso del Hogar Pelota de Trapo y del Hogar de la Madre Tres Veces Admirable, que dirige el padre Carlos Cajade.
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Cómo comunicarse:
Hogar Pelota de Trapo: Teléfono 4205-8197.
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*Revista Tercer Sector