Lo que deja este octubre

La presidenta Cristina Kirchner se impuso con comodidad en la provincia de Buenos Aires. Arrastró el grueso de los votos para los intendentes de los principales distritos y eludió el corte de boleta. Con este resultado, sentenció que el peso completo del peronismo cuelga de su lado. Hermes Binner hizo pie como referente opositor y Daniel Scioli revalidó su mandato y se consolidó como el otro gran articulador del justicialismo.

Lomas de Zamora, octubre 25 (AUNO).- El Conurbano bonaerense sur es por historia el principal bastión peronista del país. El contundente respaldo que recibió en esta zona la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, sumado al segundo puesto alcanzado por el socialista Hermes Binner y el magro caudal de votos de Eduardo Duhalde ponen en evidencia lo que ya comenzaba a olfatearse en las elecciones primarias de agosto: no queda peronismo por fuera del kirchnerismo.

En la Tercera Sección electoral (la más populosa del país con un total de 3.741.085 votantes) la Presidenta alcanzó el 62,5 por ciento de los votos, muy por encima 53 por ciento que consiguió a nivel nacional. En un alejado segundo puesto quedó el Frente Amplio Progresista (FAP) de Binner, con el 12,1 por ciento, seguido por el radical Ricardo Alfonsín, con el 7,44 y finalmente Duhalde, con el 6,8.

Si la vigencia del llamado aparato dualista fue puesta en duda en las elecciones primarias de agosto, cuando la provincia de Buenos Aires le otorgó a Duhalde un humilde segundo lugar con el 13 por ciento de los votos, los comicios generales del último domingo terminaron por condenar al ostracismo a ese otrora poderoso conglomerado justicialista.

En este contexto, la visión del kirchnerismo o cristinismo como encarnación total del peronismo cobra serio sentido, dado que, si bien la mayoría de los caciques peronistas ya revistan en el oficialismo, los pocos que quedan por fuera tenderán a sumarse al carro del vencedor. De no hacerlo habrán de mudarse a otra corriente política.

A la luz de los resultados de estas últimas elecciones en Buenos Aires, puede hablarse de un posicionamiento claro de Binner como principal fuerza opositora nacional, a pesar del bajo caudal de votos y de la amplia diferencia que lo separa de la Presidenta. Es que el dirigente socialista también obtuvo su segundo puesto con comodidad en la provincia con mayor peso electoral del país.

Esto sugiere que el FAP tiene potencial como alternativa nacional, porque cualquier armado político de ese calibre requiere una presencia fuerte en la provincia de Buenos Aires y Binner parece encaminarse a conseguirla mientras el PRO (la otra fuerza que busca consolidarse pero con base en la Ciudad de Buenos Aires), todavía carece de ella. Aunque esto podría darse siempre y cuando los puntos en común que tiene el socialismo de Binner con el peronismo K no terminen por fusionarse.

Ese 62,5 por ciento que la jefa de Estado cosechó en la Tercera Sección arroja otros dos datos (tal vez anecdóticos) sobre las elecciones del pasado domingo: que Fernández de Kirchner no fue concretamente afectada por el corte de boleta y, en consecuencia, que su boleta fue la que arrastró el grueso de los votos de los intendentes.

Cristina Fernández obtuvo el 64 por ciento de los votos en Almirante Brown, donde Darío Giustozzi fue reelecto con un aplastante 71,8 por ciento. En Esteban Echeverría cosechó otro 64 por ciento y acompañó el 63,3 que logró Fernando Gray. En Lomas de Zamora sacó el 60,7 por ciento y el intendente Martín Insaurralde el 66,1. En Avellaneda, Jorge Ferraresi fue revalidado en el cargo con el 56 por ciento de los votos, y la Presidenta consiguió un 54,6.

Otros casos son los de Lanús y Quilmes. En el primer distrito, el intendente Darío Díaz Pérez fue reelecto con el 40,7 por ciento de los votos mientras que la mandataria consiguió trepar al 55 por ciento, con un evidente corte de boleta a su favor y en perjuicio del jefe comunal. Aunque más perjudicado resultó el quilmeño Francisco “Barba” Gutiérrez, quien renovó su mandato con un 37 por ciento de los votos, mientras que la Presidenta obtuvo el 59 por ciento en ese distrito.

Scioli también juega
El gobernador bonaerense, Daniel Scioli, fue reelecto con el 55 por ciento de los votos y a diferencia de 2007, no pudo superar a la Presidenta, que cosechó el 56,2 en toda la provincia. El ex vicepresidente también pisó fuerte en la Tercera Sección y se afirmó como un potencial competidor por la Casa Rosada.

El mandatario bonaerense obtuvo el 64,1 por ciento de los sufragios en Almirante Brown, un 62,5 en Esteban Echeverría, un 51,2 en Lanús, y un 60 por ciento en Lanús. Aquí la oposición aparece diluida, sin un referente que sobresalga, dado que en algunos distritos Francisco de Narváez se quedó con el segundo lugar y en otros Margarita Stolbizer, del FAP.

Lo que se ve con claridad es la supremacía del mandatario bonaerense que en la mayoría de las comunas sacó más de 50 puntos de ventaja.

AUNO-25-10-11
PS-LDC

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