«Lo mejor de 2008 fue haber estado juntos»

Un balance anual de organizaciones sociales destacó que la «participación» y el «trabajo colectivo» fueron las acciones favorables a destacar del año que termina. Pero las necesidades insatisfechas siguen. Los comedores populares recibieron a más personas. Las unidades sanitarias días sin médicos. Las escuelas, con problemas edilicios. Frente a ello, «unificar las fuerzas» es la propuesta para 2009.

Cuando 2008 llega a su fin, el hambre y la dificultad de acceso equitativo a la salud y la educación encabezan la lista de las demandas por las necesidades insatisfechas que siete organizaciones sociales y políticas del Conurbano elaboraron a la hora de hacer un balance anual con AUNO. Pese a las asignaturas pendientes, la participación comprometida con la realidad de los barrios es el elemento que destacaron quienes trabajan para dar voz a los olvidados.

La escasez de los espacios para que la gente pueda visualizar la cotidianeidad de los excluidos no es casual. Para las organizaciones, el ocultamiento de la cara más pobre de la moneda impide el respeto de los derechos de las personas y es cómplice de un sistema desigual de distribución de la riqueza en el que la copa nunca termina de colmarse para satisfacer a los más ricos y luego, supuestamente, desbordar. Es en este marco en el que ubican a las carencias de un sector de la sociedad al que impulsan a ser parte del cambio de su propia realidad, sin pedir permiso.

LA RELACIÓN CON EL ESTADO
El año que termina no fue positivo para la mayoría de las organizaciones, excepto para el Movimiento de Trabajadores Desocupados (MTD) de Lanús, que mantuvo un acuerdo con la Municipalidad “gracias a la insistencia” de sus integrantes y por el cual la comuna les otorga una cuota de pan para los cinco comedores que coordina, además tubos de gas y del subsidio del Ministerio de Desarrollo Social bonaerense para abastecerse de alimentos frescos y secos.

Una de las referentes del MTD, Carmen Osorio, destacó el balance positivo de 2008 “porque se logró el diálogo con el Ejecutivo”, aunque todavía quedan proyectos que prometió cumplir, tal como “la eliminación de focos infecciosos por la mala recolección de basura”.

La mirada favorable hacia la comuna parece ser una excepción entre las agrupaciones sociales y políticas. La lomense Che Pibe, de Villa Fiorito, y Chicos del Sur coincidieron en dudar acerca del interés de la gestión del intendente Jorge Rossi en preservar a la infancia por ser uno de los últimos distritos del Conurbano sur en adherir a la ley de protección integral de los derechos de niñas, niños y adolescentes que abolió la normativa de los patronatos. Y la sospecha se traduce en la dificultad de acceso a la salud y a una alimentación saludable de los pequeños, como consecuencia directa del desempleo de sus padres o del trabajo informal.

“Hay casos de desnutrición en el barrio. Nuestros chicos son delgaditos, siempre pasa que cuando los comparás con los que tuvieron acceso a un desarrollo como merecen se ve que son de menor estatura, por ejemplo”, describió Estela Rojas, miembro de Chicos del Sur, una organización de Fiorito, Lomas de Zamora, para quien “lo mejor de 2008 fue haber estado juntos”.

Frente a la demanda de comida, las organizaciones mantuvieron los comedores y merenderos populares para los niños y, a veces, para los adultos que los acompañan.

Para Javier Becerra, militante de la agrupación gremial Tribuna Docente y el Polo Obrero (PO) de Almirante Brown, los comedores habían comenzado a revertir su función de auxiliar a la población en medio de la crisis, como cuando surgieron hacia 2001m para convertirse en espacios de actividades culturales y sociales. Sin embargo, a partir de septiembre último, la “situación se agravó, enmarcada en la crisis capitalista” que prepara al 2009 como “el año de la lucha de reivindicaciones”.

El PO de Lanús confirmó el incremento de los asistentes a los comedores populares que ascendieron de 100 a 150 registrados cada día, más quienes no están incorporados a la base de datos que la agrupación posee de su comedor “Luz de Esperanza” en el barrio Villa La Fe, tal como lo precisó su coordinadora, Nelly Bacedo.

Por otro lado, la salud es otra de las necesidades a satisfacer. La distancia hasta la unidad sanitaria más cercana y la falta de profesionales en las guardias, sobre todos pediatras, fueron constantes a lo largo de 2008. “Es terrible que las personas tengan que ir a las 12 de la noche del día anterior para sacar turno en el hospital, a la intemperie”, criticó Miguel Ángel Gómez, miembro de Sercupo (Servicio de Cultura Popular), una organización con sede en Esteban Echeverría que articula trabajos con organizaciones campesinas.

LOS VERDADEROS ÍNDICES
Mientras el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) insiste en que la Canasta Básica Total que indica el nivel de pobreza creció sólo un 0,5 por ciento el mes pasado y se fijó en 978,58 pesos para una familia tipo, las estadísticas barriales son distintas. Algunas familias ni siquiera pueden asegurar que tendrán esa suma mensual en sus bolsillos. En cambio, los indicadores de la economía zonal son los de la calle: el descenso del precio del cartón y el vidrio.

Para la referente de Chicos del Sur, los datos que maneja el barrio son los del acceso al ingreso de los vecinos, mucho de los cuales son cartoneros que tienen que enfrentar el descenso del valor de la botella y el metal y la prácticamente nula compra del papel de diario: “El ingreso que antes eran de 10 o 15 pesos por día ahora lo ganan en cuatro días”, precisó, y explicó que a causa de esta modificación “hay cada vez más carros que llevan cada vez más kilos de material, y encima les dicen vagos”.

Por su parte, Marcela Val de Che Pibe calificó de “vergonzosa” la información del Indec, “como dicen los mismos trabajadores” del organismo nacional, porque, simplemente, “en el barrio (la gente) no tiene con qué llenar la heladera”.

EDUCAR LA CONCIENCIA
El rol de formación de las escuelas se desplazó hasta convertirse en el espacio donde los chicos pueden alimentarse, al tiempo que deben contener a los pequeños, que muchas veces están inmersos en un contexto en el que la violencia está naturalizada a causa de la exclusión.

“Nosotros no tenemos una escuela cerca y las que hay no dan abasto, no están preparadas para esta realidad. Entonces se genera la repitencia de los chicos o el pase de año sin conocimientos”, denunció Rojas. Por eso, la educación popular fue la manera para subsanar las fallas de las aulas.

Durante 2008, Che Pibe y Chicos del Sur trabajaron cada una en el funcionamiento de la Casa del Niño y la del Joven para facilitar no sólo el acceso a los conocimientos básicos sino a la promoción de derechos.

Con la misma óptica, la echeverriana Fundación Nadina mantuvo las actividades de apoyo escolar, arte y recreación, articuladas con una campaña por la erradicación del trabajo infantil para la que, en Navidad, sus niños y referentes salieron a recorrer el barrio Las Colinas, de Monte Grande. A fuerza de batucada, la organización “desparramó” por las calles folletos hechos por los chicos en los que subrayaban la importancia de respetar su cualidad de personas de corta edad, según explicó a AUNO Silvia Lopepe, coordinadora de la entidad.

Pero cuando van a la escuela, se encontraron a lo largo del año con paros docentes en reclamo de mejoras en la educación pública, una situación que “los chicos incorporaron como normal”, señaló Becerra, de Tribuna Docente. En este sentido, el docente consideró que la visión de la problemática se filtra y se omite que el reclamo de los maestros apunta a mejorar no sólo las condiciones salariales sino también las edilicias y la asignación de recursos para los establecimientos. Por ejemplo, la militante señaló que “muchas veces” fue a trabajar a escuelas del distrito y se encontró con que “estaban cerradas porque había habido una inundación en el barrio y estaban los vecinos” alojados allí.

“Nos han quitado la posibilidad de ser personas dignas. Compartimos la lucha y los sueños porque nos deja poder ser”, enfatizó Miguel Ángel Gómez, de Sercupo, que sostuvo a la educación popular y el fortalecimiento de la cultura como “solidaridad con el otro, el universo y la naturaleza” son un camino para fortalecer la organización y la participación de todos.

MNL-AFD
AUNO-30-12-08
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