Ante la propuesta de que los patovicas obtengan definitivamente un marco jurídico que legalice la actividad, Oscar Castellucci, padre de Martín, el joven que murió luego de ser golpeado por el personal de seguridad del boliche “La Casona” de Lanús, mostró su disconformidad frente a “las sustanciales modificaciones” introducidas por el Senado nacional al proyecto de creación de un registro único de patovicas.
Su posición concuerda con la decisión adoptada el último martes por la comisión de Legislación del Trabajo de la Cámara de Diputados, que aprobó por unanimidad la iniciativa original que regula la inscripción de personas que realizan tareas de control de admisión y permanencia del público en espectáculos artísticos, musicales y de entretenimiento.
En diálogo con AUNO, Castellucci explicó que el proyecto original, aprobado en la Cámara Baja, apunta a exigir una capacitación para aquellos que ejerzan la actividad de “patovica”, es decir establecer “una especie de carrera profesional” que los autorice a realizar las tareas de seguridad de los lugares de diversión nocturnos.
La ley establece la necesidad de crear un registro nacional, en el cual figuren legalmente quienes se desempeñen en estas actividades. Sin embargo, la iniciativa que había sido aprobada en Diputados “sufrió sorpresivas y profundas modificaciones” al ser tratada por el Senado en noviembre de 2007, que “desdibujaron y volvieron confuso” el proyecto.
Es que la modificación proponía ampliar la reglamentación y no limitarla a una mera cuestión laboral, indicó Castellucci, quien remarcó la “ambigüedad” de los cambios al mencionar que la propuesta de senadores no especificaba, por ejemplo, una autoridad de aplicación para la actividad.
Asimismo, denunció que el proyecto estuvo en la Cámara Alta “mucho tiempo parada” y que los mismos legisladores reconocieron que la ley había sido cambiada “casi por completo”.
La fuerza del proyecto de ley original radica en que su diseño estuvo a cargo de los mismos miembros del Sindicato Único de Trabajadores de Control de Admisión y Permanencia de la República Argentina (SUTCAPRA), que conocen las necesidades y deficiencias de su sector.
Si bien el último martes la comisión de Legislación del Trabajo rescató y adoptó el texto original, desentendiéndose de las modificaciones introducidas por el Senado, la definitiva sanción de la ley deberá esperar la aprobación de otra comisión llamada de Legislación General.
Respecto a ésta última instancia, Castellucci señaló que está convencido de “una definición positiva” que dará luz verde a la nueva ley nacional, porque “la mayoría de los miembros de la comisión General concuerdan con la iniciativa propuesta desde el principio”.
Por otra parte, argumentó que reglamentar la actividad para quienes realicen las tareas de control en lugares nocturnos adquiere “una profunda importancia” ya que obliga al Estado a hacerse responsable y exigir su debido cumplimiento en base a una disposición legal y clara.
Desde la muerte de su hijo, Castellucci se preocupó por la problemática nocturna y al frente de una organización civil trabajó junto con SUTCAPRA para construir una reglamentación que permitiera transparentar la actividad de locales bailables. “La muerte de Martín dio el impulso que le faltaba a un proyecto de ley que ya estaba en marcha”, concluyó.
RCI-AFD-EV
AUNO-28-03-08
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