Lomas de Zamora, junio 4. (AUNO).- El director del Laboratorio de Oncología Molecular de la Universidad de Quilmes (UNQ), investigador del Conicet y director científico del Consorcio de Investigación ID+i, Daniel Alonso, anunció que el equipo que integra desarrolló una vacuna contra el cáncer avanzado de pulmón que estará en el mercado el mes próximo y que la misma se podrá combinar con otros medicamentos habituales.
“En principio se puede combinar perfectamente con los medicamentos que recibe de manera habitual un paciente con cáncer pulmonar, eso está muy bien demostrado”, señaló Alonso en una entrevista con AUNO.
La vacuna terapéutica contra el cáncer de pulmón se llamará “Racotumomab” y estará disponible en nuestro país a partir de julio, antes que en cualquier otro lugar del mundo.
Su comercialización estará a cargo del Laboratorio ELEA y será cubierta por las obras sociales y prepagas para las indicaciones aprobadas por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica.
La nueva medicación, que induce al organismo a responder inmunológicamente contra las células tumorales, está indicada para casos avanzados de cáncer de pulmón “que no pueden ser operados y que primero recibieron quimioterapia o radioterapia. Una vez que han recibido esos protocolos convencionales y el tumor se ha estabilizado y reducido, entra en escena la inmunoterapia con este producto”, aseguró Alonso
El director del Laboratorio de Oncología Molecular de la UNQ afirmó que “si bien el nuevo tratamiento no previene el tumor, promueve su destrucción por el sistema inmune del propio organismo”.
“De ninguna marea es una cura milagrosa, es tan sólo una nueva opción terapéutica que combinada apropiadamente a otra terapias ofrece una mayor posibilidad de sobrevida a largo plazo”, comentó el científico.
Según el investigador del Conicet, este tratamiento será recetado por “un médico especialista que en el contexto de los distintos tratamientos decide incorporar la inmunoterapia, por lo tanto, el paciente depende de que su patología sea la indicada”.
“El tratamiento no es complejo de administrar. Se aplican un total de 12 a 15 inyecciones, por vía intradérmica, que se dan como cualquier vacuna y el paciente debe seguir en los controles debidos con el oncólogo que ya lo estaba siguiendo con los tratamientos convencionales”, detalló Alonso.
A diferencia de la quimioterapia convencional, que destruye el tejido enfermo y colateralmente al sano, la vacuna solo ataca a las células enfermas preservando al resto. De ese modo los pacientes lograr una mayor sobrevida, y en el 24 por ciento de los casos, la reversión de la zona afectada.
A lo largo de 18 años de trabajo, el proyecto atravesó “una etapa de investigación básica, otra preclínica, que implica investigación sobre células y en modelos animales, para finalmente entrar en la etapa más larga y compleja que implica la investigación en pacientes, donde se debe mostrar la seguridad del producto, que es bien tolerado, y luego la efectividad del mismo, en este caso, demostrando al supervivencia de los pacientes”.
El consorcio científico que trabajó en el nuevo medicamento está integrado por empresas privadas y el sector público, como el Instituto de Oncología Roffo, el Hospital Garrahan, el Conicet, la UNQ, la Universidad de Buenos Aires (UBA) y el Laboratorio Elea. Este consorcio trabajó en co-desarrollo con el Centro de Inmunología Molecular de La Habana, el cual “inicialmente comenzó a desarrollar estos blancos y estas inmunoterapias”.
En Argentina, alrededor de 9.000 personas mueren por año a causa de tumores de pulmón.
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Lanzarán al mercado una vacuna contra el cáncer de pulmón
La vacuna estará a disposición del público a partir de julio y será cubierta por las obras sociales.