Lanús perdió 4-2 frente a Newell’s en la Fortaleza de Guidi y Cabrero y quedó último en la Zona 4 de la Copa Liga Profesional con apenas una unidad. Desde el comienzo del partido se lo notó al conjunto local incómodo con los centros de Lucas Vera y Pedro de la Vega como único argumento de ataque. Sin embargo la dupla central visitante, con Fabricio Fontanini y Santiago Gentiletti, jugó en gran nivel. Yno sólo en defensa, sino también en ataque.
Luego de los avisos de Sebastián Palacios y Francisco González, la visita se puso arriba en el marcador con un cabezazo de Fontanini, luego de un tiro libre lejano de Mariano Bíttolo. El central metió el frentazo en solitario a costa de la marca pasiva de Tomás Belmonte, más preocupado por el offside que por vigilar a su rival.
A partir de allí, Lanús se quedó sin respuestas. Con un mediocampo deslucido -Vera salió en el segundo tiempo-, el local no podía torcer el rumbo del partido, y por el contrario, la visita llegaba a través de Ignacio Scocco, que tuvo el segundo tras gambetear al debutante Ousmane Ndong y rematar exigiendo la tapada de Morales.
Antes de finalizar el primer tiempo, Sebastián Palacios enganchó frente a Pérez y remató hacia el primer palo, que encontró al arquero local bien ubicado. Iba a tener su revancha el ex Boca: en el segundo tiempo, en un contrataque combinado junto con Francisco González, puso el 2-0 y el resultado cada vez era más difícil de revertir para el Granate.
Tres minutos más tarde, aparecieron los cambios en el local: ingresaron Lautaro Acosta, Facundo Quignón y Matías Esquivel para cambiar el rumbo del partido. Sin embargo, 10 minutos más tarde la fórmula de la pelota parada se volvió a repetir: córner de González para un Gentiletti que superó la marca de Pérez y de cabeza marcó el 3-0.
Luego del gol, entró Nicolás Orsini. Y una vez más, el cordobés demostró condiciones para ser titular: tras un pase largo de Leonel Di Plácido, controló y asistió a José Sand, que batió al juvenil arquero Ramiro Macagno para descontar.
Sin embargo, cuando la luz de esperanza se prendía, otra vez el Granate recibió un nuevo golpe: jugada entre González y Palacios, que pasó en velocidad a Brian Aguirre y tiró un centro rasante para la llegada en libertad del experimentado Maxi Rodriguez, quien anotó el cuarto del equipo rosarino.
Faltaban quince minutos, pero el partido estaba sentenciado. Intentó acercar distancias el recién ingresado Matías Esquivel con un zurdazo muy complicado que Macagno supo desviar. Quignón probó de cabeza, sin suerte y Sand, de media vuelta, tampoco pudo. Para decorar el resultado, el nueve correntino volvió a descontar, esta vez de cabeza, tras un tiro libre ejecutado por Esquivel.
Cosechar un punto en tres fechas no estaba en los planes del equipo. A partir de ahora, el equipo que conduce Luis Zubeldía deberá mejorar en la parte defensiva -recibió 13 goles en cinco partidos- y trabajar durante la semana, pensando en el próximo desafío: visitar a Boca en La Bombonera.