La salud como derecho

El seguimiento de la Defensoría del Pueblo porteña en materia de cumplimiento sobre derechos sexuales y reproductivos, en un balance realizado por su adjunta en Derechos Humanos, Diana Maffía.

Por Andrés Valenzuela

(AUNO-TERCER SECTOR*) A un día de terminada su gestión como defensora adjunta de la Ciudad de Buenos Aires, Diana Maffía hace un balance de los 5 años que lleva el programa “Ciudadanía y Sexualidad” el cual tiene como objetivo integrar a la sociedad civil en el control de la ley de Salud Reproductiva y Procreación Responsable (ley 418) que fue sancionada por la Legislatura porteña en 2000.
Otro objetivo del programa es mejorar la calidad de los servicios y facilitar a la ciudadanía el ejercicio de sus derechos. Para lograr esto, además de los monitoreos periódicos en los que el Centro de Estudios de Estado y Sociedad (CEDES) colaboró, se realizan talleres de capacitación y reuniones de especialistas en medicina, filosofía, bioética y legisladores cuyas sugerencias se presentan luego a las autoridades.
Por ejemplo, entre el 6 y el 8 de noviembre se realizaron jornadas de capacitación a integrantes de más de 30 ONG´s para que luego estas asociaciones participen en el control del cumplimiento de la ley a la par de los organismos oficiales. Comenta Maffía que en marzo habrá un nuevo encuentro con las ONG´s para confeccionar un “Manual de Monitoreo” con el cual cualquiera pueda realizar este control.
Durante estos talleres se presentaron los resultados del último monitoreo realizado a directores, profesionales y usuarias de 14 centros de salud porteños. En esta investigación se descubrieron datos paradójicos: por ejemplo, una abrumadora mayoría (96%) de las usuarias se declaró satisfecha o muy satisfecha, en contraste con un cumplimiento incompleto de la ley. Para Maffía esto se debe a que las mujeres en general no conocen sus derechos (el 87% no conoce ninguna reglamentación ni ley) y “se acepta como dádiva lo que en realidad es un derecho”.
Entre las cosas a mejorar, la ex Defensora Adjunta señala el interrogatorio sobre violencia a las pacientes. Explica que los médicos salvo que vean a la mujer golpeada “no hacen preguntas” por temor o desconocimiento de cómo hacerlo. Para mejorar este aspecto, en la Defensoría porteña están trabajando en la confección de una base de datos sobre lugares a donde derivar estos casos.
También marca como llamativo el desconocimiento de la ley por parte de muchos profesionales. Para paliar esta situación, la Defensoría preparó un cuadernillo con las leyes. En este sentido, Maffía reclama mayor espacio para la capacitación de los médicos, ya que si bien tienen disponible el recurso, “no se los reconocen como tiempo de servicio”, además “suele ser lejos de su lugar de trabajo”.
Con todo, aunque Maffía destaca que con la gestión actual “hubo un cambio muy favorable” y asegura que ello muestra que “la voluntad política es más importante que la norma”, todavía “falta mucho, hay que mejorar la calidad del servicio”.
Si un punto enorgullece a la funcionaria que dejaba ayer sus funciones es que consiguieron evitar la judicialización del tema: “al principio teníamos que presentar recursos de amparo”, hoy, incluso en los temas controvertidos como la ligadura de trompas no hace falta intervención de un juez ni la autorización de la pareja “que equivalía a considerar a la mujer un extensión del marido”, opinó.
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Cómo comunicarse:
Defensoría del Pueblo de la ciudad de Buenos Aires: Teléfono, 4338-4900. Venezuela 842.www.defensoria.gov.ar
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