Lomas de Zamora, febrero 17 (AUNO).- La movilización de los vecinos de la toma del barrio La Esperanza, la intervención del gobierno nacional en el caso y la aparición del verdadero dueño de ese predio lograron suspender provisoriamente el desalojo de esas tierras que estaba previsto para esta mañana.
Esta mañana, el dueño de Solares de San Vicente SA, Darwin Armando Torres, bajó de su auto en la toma ante una plaza colmada de gente que lo esperaba para escucharle decir cuál sería su decisión respecto del destino del predio. “Voy a donar las tierras”, exclamó Torres y estallaron los aplausos y los “Dios te bendiga” de algunos vecinos.
Junto a él estaba la directora del área social de la Comisión Nacional de Tierras, Miriam Denegri, quien advirtió que si bien el desalojo se suspendió, todavía seguía “vigente” y explicó que si el propietario de las tierras quiere donarlas, desde el organismo esperarán que “vaya a la Justicia” para que la donación quede asentada por escrito.
“Queremos que (Torres) vaya al Juzgado. Si lo dona, el Estado puede invertir en obras hídricas. Desde la Comisión no podemos comprar las tierras porque se inundan y no son aptas para la vida. Pero para invertir tenemos que tener la certeza de que es para la gente, porque a los privados no les vamos a dar un peso”, enfatizó Denegri entre los cuestionamientos, gritos y preocupaciones de los vecinos.
“Esta es una novela y nosotros estamos esperando el último capítulo. Los vecinos están muy manoseados. El barrio es un orgullo porque los vecinos están organizados y no le piden nada a nadie. Tanto la planificación urbanística como el alumbrado lo hicieron todo ellos”, aseguró a AUNO Maximiliano Salmón un militante que ayuda en La Esperanza desde el primer momento.
La intervención del verdadero dueño sacó a la luz que el denunciante José Antonio Molera no era el propietario del predio ni tenía potestad legal para seguir adelante con la denuncia. Esto permitió que desde la Comisión de Tierras elevaran una nota al Juzgado de Garantías 3 de La Plata para posponer el desalojo.
“Hace 30 años compré estas tierras y Molera me pidió permiso para pastar unas vacas que él tenía. Está tomando una medida antisocial de forma ilícita”, destacó Torres, quien fue alabado como un “mesías” mientras los vecinos le convidaban mate y él les contaba sobre todos los lugares de Europa donde había estado.
Denegri, por su parte, volvió a puntualizar la necesidad de que la donación se efectúe por escrito para ratificar la suspensión definitiva del desalojo.
“Siempre quise hacer algo con ese terreno relacionado con las viviendas. Yo creo que Dios da la tierra para tener un techo y un trabajo”, aseveró Darwin Armando Torres, que actualmente vive en Cerdeña, Italia.
Aunque la situación de parece más favorable a partir del contacto con Torres, los vecinos no tienen muchas certezas de cuál será el destino de La Esperanza mientras no haya una firma de por medio. De lo que están seguros es de que “no se van a ir del barrio” y van a luchar “hasta las últimas consecuencias”.
José Vaca, uno de los vecinos más comprometidos, reflexionó: “Si ganamos va a ser por la tenacidad de la gente, lo demás es navegar por un mar muy extraño”.
JR–AFD
AUNO-17–02-13