Un aplauso de varios minutos recibió a Manuel Castells y su colega y amigo, como él lo definió, Fernando Calderón, al aula magna de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora (UNLZ) donde presentaron “La nueva América Latina” en el cierre de la II Jornada de Comunicación Estratégica. “(El continente) está inmerso en una niebla muy oscura, no sabe dónde está y pierde el sentido. Para salir de una situación hay que saber dónde se está. Es un acto de responsabilidad no dar soluciones sin un debate”, afirmó el intelectual español.
Castells agradeció con las manos unidas a la altura del pecho y sutiles reverencias al elogio de estudiantes, docentes, decanos de otras facultades y académicos que llegaron hasta la primera universidad del conurbano para escuchar de qué manera cambió el continente en los últimos 70 años, sus idas y vueltas, y sobre la investigación que dio origen a su último libro.
Con la entrada de los intelectuales y los primeros movimientos para dar comienzo al encuentro, la sala quedó chica y los asientos disponibles desaparecieron. Estudiantes y docentes pasaron a ocupar lugares fuera de la sala, en las escaleras y pasillos, así como en cualquier lugar en que pudieran escuchar la presentación.
No hizo falta llamar al silencio, sólo bastó que los expositores ocuparan sus asientos. Castells miró hacia el público, volvió a unir sus manos y luego las llevó a su corazón para volver a agradecer los aplausos.
Hablar sobre las idas y vueltas de América Latina no podría haberse dado en un escenario de mayor incertidumbre. Horas antes, la oposición boliviana, con apoyo de las Fuerzas Armadas y la policía de ese país, obligó a renunciar al presidente Evo Morales. “Condena absoluta al golpe de Estado en Bolivia ”, manifestó al respecto al sociólogo y llamó a que “todos los países se solidaricen contra las atrocidades que están sucediendo”.
En Chile, después de 24 días de protestas que llevaron a una crisis social y política, el presidente Sebastián Piñera accedió a cambiar la Constitución de 1980, heredada del dictador Augusto Pinochet. Este escenario también comprende a la compleja situación de Ecuador y el recrudecimiento de la derecha en Brasil.
Argentina, por su parte, tiene los días contados para la transición al nuevo gobierno de Alberto Fernández que evidenció ya las presiones por renegociar el acuerdo con el FMI y el manejo de la deuda externa.
El autor de la trilogía “La era de la información” explicó cómo su libro “La nueva América Latina”, con la coautoría de su colega boliviano, busca analizar y enmarcar las transformaciones del continente desde las distintas dimensiones políticas, económicas, sociales y culturales. Pero, a pesar de registrar importantes avances en esos aspectos en distintos países, el continente “sigue siendo el más desigual del mundo”, afirmó Calderón, quien luego llamó a asumir el compromiso de bajar esos niveles.
“Una cosa que hemos aprendido: lo que pasa en un lugar, pasa en otro lugar. Este proceso que están viviendo los bolivianos no es ajeno al resto de América Latina”, afirmó el profesor universitario.
Castells, declarado Profesor Honorario de la UNLZ, evidenció que ello se debe a “la crisis del sistema de representatividad y legitimidad política”, así como a “una corrupción sistémica del Estado”, que se da “en todas las sociedades latinoamericanas de todos los tiempos”. “Cuando esto toma el primer plano, el concepto de ciudadanía queda vaciado”, advirtió.
Las características de la nueva América Latina
En el libro, ambos autores incursionaron en la enorme inversión en “urbanización masiva”; la expansión de la economía criminal con una “profunda perpetración del narcotráfico” en el Estado; y los cambios culturales, sobre todo en la estructura de la familia a partir “del nuevo rol de la mujer y el feminismo que esa estructura patriarcal”.
También dan cuenta de las transformaciones en la práctica de la religión católica; y en el espacio público, que “rompió los límites nacionales para ser cada vez más global”.
Las consecuencias, enumeró Castells, son la “destrucción del vínculo de confianza” entre los gobernantes y los gobernados; la fragmentación de las democracias liberales y la judicialización de la política y la politización de la Justicia, que conlleva la corrupción.
“No se puede ser optimista en el corto plazo. La conclusión de nuestro libro es violenta y depresiva: América Latina está inmersa en una niebla muy espesa, no sabe cómo salir, no sabe dónde está y pierde el sentido de la organización. Es duro sí, para saber como salir, primero hay que saber dónde se está. Es un acto de responsabilidad no dar soluciones sin un debate”, concluyó el autor de Comunicación y Poder.
“En las luces esperanzadoras, encontramos dos cosas: la importancia que tiene el trabajo como dignidad en la sociedad latinoamericana; y la emergencia de nuevos movimientos sociales centrados en la dignidad y los derechos humanos, como mujeres, ecológicos y ética en la política con los jóvenes”, explicó Calderón por su parte, en diálogo con AUNO.
Y añadió: “Lo que a mí me afecta más es que uno tiene que reconstruir desde un principio ético la política y la economía como fundamento de un nuevo orden social. *Es el retorno a la ética y a la cultura de la ética con un valor intrínseco para buscar organizar la sociedad, la economía y el Estado”. *
Acompañaron el rector de la UNLZ, Diego Molea; el decano de la Facultad de Ciencias Sociales-UNLZ, Gustavo Naón; el secretario general de ADIULZA, Miguel Briscas; y el secretario general del FEDUN, Daniel Ricci.
AUNO-12-11-19
MB-SAM
