«La locura no es creativa»

Así lo expresó Oscar Ponzio, profesor de teatro en el “Centro Libremente”, que depende del Hospital Estévez, quien además destacó que «si hay algo que achata a la creación es la locura». El psicólogo social también alertó que «la provincia de Buenos Aires no financia más los festivales de teatro como antes, lo que dificulta la tarea».

Florencia Blanco

Lomas de Zamora, septiembre 23 (AUNO)- La gente iba y venía por el lugar, a paso rápido, pero cada uno de ellos desaceleraba su caminar para saludarlo. Él se tomaba el tiempo de mirar a la persona y responderle un fuerte “hola, ¿cómo estás?”, con una amplia sonrisa que dejaba ver todos sus dientes.

Oscar Ponzio es psicólogo social, psicodramatista y profesor de teatro en el “Centro Libremente”, que depende del Hospital Estévez, en la localidad de Temperley, en donde también trabaja el arte/terapia. Desde los 18 años está inmerso en este mundo que combina el teatro con la inclusión. Su postura está bien definida: “La locura no es creativa”.

El Programa de Rehabilitación y Externación Asistida (PERA) se encarga de brindarles a los ex pacientes internados un asilo para volver a insertarse en la sociedad. Oscar lo hace a través del teatro, no con el objetivo de “mostrar la locura”, sino como un “movimiento de integración”. Aunque, debido al cambio de gobierno, la provincia de Buenos Aires no financia más los festivales de teatro como antes, lo que dificulta la tarea.

“Cuando comenzó el programa propuse el término ‘desmanicomizar’” y con el paso del tiempo logró su cometido. Hoy, varios forman parte de este espacio y pueden, o por lo menos tienen la oportunidad, de liberarse de sus fantasmas.

¿Cuál es la relación entre el arte y la creatividad?
Yo creo que la locura no es creativa, justamente, si hay algo que achata a la creación es la locura. El sufrimiento humano como creativo no se puede usar, no es una herramienta, a lo mejor el tipo que sufrió puede escribir después, pero no escribe en el medio del sufrimiento. Si está brotado, si está mal psicológicamente no es creativo para nada, es una mala creencia. Lo que estás leyendo o viendo de una persona que se encuentra mal en realidad es catarsis.

¿Y esa catarsis por qué no es una manera de crear?
El hecho catártico es simplemente angustias inconscientes que están puestas ahí, pero que no están elaboradas como un objeto artístico. Ahí decís “esto no es arte, es una catarsis” y entonces no puede elaborar el paso siguiente a la creación.

Muchos los exponen en crudo y lo que ves es locura en escena y termina siendo perjudicial para las personas porque se empieza a crear que la gente diga “vamos a ver a los locos cómo actúan”. Hay gente que dice, “bueno, Alejandra Pizarnik era ‘loca’”-aunque no coincido con esa terminología- y era una gran poeta, ella no escribía bien por haber tenido una crisis, sino porque se formó, giró su vida en torno a la poesía. Si tu vida gira en torno a cualquier otra cosa y un día te agarra un brote no sos poeta.

¿Cómo manejás esto en tu grupo?
Hay gente que es paciente, que actúa y nadie sabe que lo es. Nosotros no buscamos mostrar la locura, buscamos que haya un movimiento de integración en donde cualquiera pueda estar, porque cualquiera puede atravesar una crisis. Nosotros creemos que el arte es transformador. Somos el grupo más antiguo de la zona, hace 25 años hacemos arte/terapia y creemos que este trabajo tiene que estar adentro del hospital porque tiene que ser un derecho de cualquiera que a partir de lo artístico se libere un hecho de expresión. Pero si estás bien tenés que hacerlo afuera, por eso este espacio no es de terapia sino de arte, aunque, sí es terapéutico porque para que funcione te tiene que hacer bien, lo tenés que disfrutar.

¿Hay una diferencia de abordaje terapéutico entre el del Centro Libremente y el del Hospital?
En el Hospital se debe cumplir una función terapéutica, tiene que conducir a la salud y a la externación. De ahí a que lo logremos es otra cosa, igual. Lo que se hace ahí, entonces, es más expresivo, la búsqueda de conexión con el otro, la recuperación del movimiento corporal, aunque si sale una escena teatral, es bienvenida. Mientras sean elementos expresivos y que permitan el trabajo grupal, está bien. En cambio, en el taller tenés los objetivos del tiempo, de la escucha, porque si yo puedo escuchar al otro en escena puedo realizar algo bueno con una relación dialéctica y corporal, entonces trabajamos específicamente lo artístico. En el centro cualquiera que venga va a aprender teatro de una manera integral.

¿Cuáles son las limitaciones con las que trabajás?
Hay situaciones de bipolaridad, otros casos en donde la gente viene con dificultades cognitivas en la que se sienten en una edad que no es la real de su cuerpo biológico, otros tienen problemas con la medicación, y así… diferentes situaciones. Se trabajará como se pueda, pero se va a trabajar, siempre respetando hasta donde quieran llegar.

Las dificultades están, pero se implementarán distintos elementos o, a esa persona que le cuesta más, se le dará una actividad extra para que siga trabajando. Se contemplan estas cosas que quizás en otros lados no se tienen en cuenta.

El teatro para ellos cumple una función también, los ayuda…

Nos ayuda a todos. Separar entre ellos y nosotros es una cosa que no me gusta. Pero sí, de la gente que tuvo alguna crisis en algún momento, se le nota una evolución. Hay chicos que tienen un acompañamiento terapéutico y están bien. Hemos tenido algunos que sufrían de epilepsia y les agarraba un ataque en el medio de la clase, pero con acompañamiento terapéutico funcionaban bien.

También se puede hablar con las cosas cotidianas, me refiero a las neurosis tradicionales que tenemos todos. Por ejemplo, si una persona tiene la autoestima baja, a lo mejor le viene bien una terapia y le va a costar más que a otros hacer teatro. Estos temas más cotidianos también se tienen en cuenta. Y los más antiguos son los que apoyan a los que están pasando una situación. No se aísla a la persona, se habla con el grupo y se la integra para que no se sienta sola, esa es la idea.

¿Cómo son las muestras que realizan?
Es lo que vamos trabajando en el taller o lo que ellos mismos traen: puede que alguno traiga algún escrito o algo, pero no son cosas súper complejas. Yo a los que hace más tiempo están en el taller les doy algunos cuentos y ellos los transforman en escenas. Y después están los que trabajan textos, hay talleres que son especialmente para grupos más avanzados que les interesan las técnicas actorales y un perfeccionamiento. A veces, además, tenemos que ir a actuar a una escuela o vamos de gira por el norte del país.

¿Cómo es eso de la gira?
Trabajamos con la Comunidad Calchaquíes y vamos a lugares comunitarios, muy pobres en el medio de los cerros. A veces no todo el mundo puede viajar, por una cuestión de fondos, y no conseguimos pasajes. Organizar es difícil, y más ahora que aumentó un 700 por ciento. Por suerte, aunque muy pocos financian esto, tenemos ayuda de algunos municipios que nos brindan la combi o el hospedaje, entonces podemos ahorrarnos algo.

Por otro lado, el Municipio de Lomas de Zamora también nos ofreció, no plata, pero sí recomendarnos, hacer notas, pedir al ferrocarril que nos vendan los pasajes, tal vez con descuento, pero igual es difícil. Antes sí, capaz el pasaje era de 140 pesos y no había problema, pero ahora es cada vez más difícil. Estuvimos invitados todos los años a la feria de la Pachamama y nunca pudimos ir porque no hay pasajes para esa fecha, pasa eso, no podés planificar. Entonces vamos viendo sobre la marcha, vamos y vemos.

Es un poco la odisea de hacer teatro independiente, ¿no?
Sí, pero es muy lindo. Las giras son geniales. En Buenos Aires nadie nos da pelota, y cuando viajamos nos hacen ir a radios, y nos atienden bárbaro, nosotros no lo podemos creer. De la gente siempre recibimos elogios, nosotros no somos improvisados llevamos cosas cuidadas.

Menos recursos públicos

¿Se vieron afectados en estos meses en cuanto la obtención de recursos?
La Provincia no financia más los festivales en Buenos Aires y antes sí. De hecho, teníamos una presentación a fines de agosto y no se pudo hacer. Antes quizás nos daban el dinero, tarde, después de un tiempo, y nosotros financiábamos todo como podíamos hasta recibir la ayuda. Ahora nada.

También se ayudaba mucho a producir teatros, no acá en el municipio pero sí en San Vicente, por ejemplo, hasta se le daba la casa para construir los teatros. Esto era una política financiada por Lito Cruz, ahora no está más y las políticas desaparecieron.

¿Y cómo hacen entonces?
Y bueno… tenemos que hacer funciones a la gorra para poder cubrir algunos pasajes de la gira, o puedo conseguir que nos recomienden. No tenés mucha opción. Por suerte como esto depende del Ministerio de Salud nos dan el lugar y los servicios. Toco madera (da dos golpes a la mesa) para que eso no cambie.

AUNO 23-09-2016
FB-AFG

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