(AUNO*) Un único animal puede llegar a producir no menos de 1 gramo de proteína transgénica por litro de leche secretada. Con este dato en Bio Sidus estiman que cada animal debería producir como mínimo unos 5 kilogramos anuales de esta proteína en su leche.
Esto significaría una revolución en el tratamiento del enanismo hiposifitario, ya que se abarataría considerablemente la obtención de hGH, que actualmente se logra a través de una costosa síntesis química a partir de organismos genéticamente modificados, como bacterias, células o levaduras.
Cada dosis que recibe un paciente contiene poco mas de 1 miligramo de hGH de máxima pureza que se suministra con una frecuencia casi cotidiana, a lo largo de toda la infancia y la pubertad, hasta que se produce el cierre de las epífisis en los huesos largos, hecho que ocurre hacia el final de la adolescencia.
Si las vacas clonadas transgénicas llegaran a producir 5 kilos anuales de hGH, tal como lo prevén en Bio Sidus, cada animal sería capaz de producir alrededor de 5 millones de dosis.
Por muchos años el tratamiento del enanismo hipofisiario fue dificultoso ya que la única fuente de obtención de hormona de crecimiento era las glándulas hipófisis extraídas de cadáveres, debido a que es imposible obtenerla por síntesis. Estas primeras producciones de hGH no sólo eran escasas sino que tampoco ofrecían seguridad dado su origen extractivo.
A mediados de los años 80´, la exitosa producción de hGH a partir de organismo genéticamente modificados, como bacterias, células o levaduras, permitió una amplia disponibilidad de esta proteína que rápidamente se convirtió en el tratamiento de elección para esta patología.
Este requerimiento de hGH, trasladado a un número importante de niños que padecen esta enfermedad en el mundo, trajo aparejado un aumento de la demanda que motivó a planificar una nueva estrategia para su producción a gran escala, ya que el modelo de producción bacteriana no era lo suficientemente eficaz.
Por C. B.
La importancia de la investigación
El éxito de la experiencia de las vacas clonadas transgénicas podría revolucionar el tratamiento del enanismo hiposifitario