“La gran responsabilidad que tenemos es desconolonizarnos”

Cantos, banderas, colores y carteles adornaron la entrega del título doctorado Honoris Causa al presidente del Estado Plurinacional de Bolivia, quien repasó su historia como militante.

Julieta Romero

Lomas de Zamora, 15 octubre (AUNO).- El aula Magna Bicentenario de la Universidad Nacional de Lanús estaba colmada de estudiantes, tantos que rebalsaban los pasillos. Entre ellos se destacaban los colores rojo, verde y amarillo de las banderas bolivianas. Al frente, en el escenario, se dispuso una mesa larga con seis sillas en las que el lugar del medio estaba reservado para el protagonista de la tarde, quien al llegar dijo: “La gran responsabilidad que tenemos es desconolonizarnos”. Y el auditorio repleto lo ovacionó.

Entre la multitud, una mujer sostenía un cartel: “Ama suwa, ama lulla, ama k’ella”, que “significa ‘no seas ladrón, no seas flojo y no seas mentiroso’; era un saludo que se decían nuestros ancestros, como decir ‘¿hola cómo estás?’ y, de aso, concientizar a todos para que cumplan sus preceptos”, explicó a AUNO Vilma, una mujer boliviana que esperaba emocionada al presidente del Estado Plurinacional, Evo Morales, que recibió el título Doctorado Honoris Causa en esa casa de altos estudios.

“Olé, olé, olé, olé, Evo, Evo”, gritaron los jóvenes de pie entre aplausos y chiflidos cuando a las 15 el mandatario norteño ingresó en el recinto acompañado por los rectores de las casas de altos estudios de Lanús, Comahue (Neuquén), Río Cuarto (Córdoba) y Madres de Plaza de Mayo, que también le otorgaron el mismo reconocimiento.

Varios regalos dibujaron sonrisas en el rostro de Morales, quien agradecido “el cariño” de las instituciones abrazó a cada uno de los rectores.

Casi media hora después de empezado el acto, fue su turno de subir al atril y enfrentar al micrófono. Hizo un repaso por su historia como militante y miembro de los pueblos originarios, y sus luchas para llegar al lugar que hoy ocupa en su tierra, incluso se animó a bromear: “Un compañero me dijo una vez ‘Evo hay que cuidarse de los neoliberales, pero sobre todo de los Estados Unidos porque sin ellos no hay embajada’. Y nosotros estamos mejor democrática y socialmente desde que declaré ‘persona no grata’ al embajador de los Estados Unidos”, en 2008.

Las risas no faltaron en ningún momento y menos las miradas cómplices entre los funcionarios bolivianos que intercambiaban comentarios y gestos. Evo rememoró un momento clave en la historia de su pueblo, como por ejemplo el paso de la actividad petrolera al Estado, movida económica que le otorgó a ese país su primer superávit en muchos años. La temática toca a los argentino de cerca, tanto por estatización de YPF como por su acuerdo con la petrolera Chevrón, por lo que una joven presente en el acto gritó: “Ayúdenos Evo, Chevrón también mata”.

“Evo representa la fuerza; que nosotros también tengamos la fuerza que él nos transmite para que sigamos aquí revalorizando nuestras raíces históricas. Nunca nos hemos olvidado de nuestras raíces ni de que nuestros ancestros que, aún muertos, siguen dándonos mensajes”, explicó a esta agencia Sacha Sawila, originaria quechua, orgullosa de su tierra y sus costumbres.

Cerca de las 17, cuando el presidente terminó su discurso, la gente se avecinó para poder saludarlo y obtener una foto con él. Charló y se fotografió con quienes pudo mientras sus custodios intentaban separarlo de los estudiantes para llevarlo hasta el auto que lo dejaría en el helicóptero, para así finalizar así su visita por la UnLa.

No bien la presencia del presidente rompió el silencio del aula Magna, los organizadores del evento invitaron a los presentes a cantar los himnos de ambos países. Mientras que el “oh juremos por gloria morir” resonó a los gritos, el cántico nacional boliviano no tuvo tantas adhesiones a pesar de que habían repartido la letra. Pero una frase de esos versos resaltó: “Morir antes que esclavos vivir”.

JR-AFD
AUNO-15-10-13

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