Los precios de la canasta básica aumentaron casi 8 puntos por encima de la inflación, por lo que para comprar los alimentos se necesita el 94,3 por ciento de una jubilación media, y el 78,5 de un salario mínimo, según reveló un informe del Observatorio de Políticas Públicas de la Universidad Nacional de Avellaneda (Undav).
En la variación interanual de mayo, los alimentos tuvieron un aumento del 64,9 por ciento, es decir que se ubicaron 7,6 puntos porcentuales por encima de la inflación general de precios.
La casa de estudios indicó que “las subas excesivas en estos productos tienen impacto directo en los indicadores de pobreza y de indigencia” ya que los bienes alimentarios básicos “componen una proporción mayor del consumo de las familias que conforman los segmentos socioeconómicos más bajos”.
En base a datos del Índice de Precios del Consumidor (IPC) del INDEC, el informe destacó que la harina sufrió un aumento del 98,6 por ciento, los fideos del 93, el pollo del 92,2, la leche del 85,5, el arroz blanco del 79,7, y el aceite de girasol del 70,7”.
La canasta básica pasó a representar el 94,3 por ciento de una jubilación media, lo que supone un aumento del 14,7 por ciento y el 78,5 de un salario mínimo, es decir una suba de 14,3 por ciento, entre mayo del 2018 y 2019.
“De los 14 precios de productos básicos que publica el INDEC a nivel nacional, 11 tuvieron aumentos por encima del Índice de Precios al Consumidor (IPC) general, esto demuestra el fuerte impacto que ha tenido la última aceleración inflacionaria sobre los bolsillos de los hogares con ingresos mensuales, sean asalariados o jubilados”, subraya el informe.
El documento elaborado por economistas de la UNDAV señaló que en relación al índice de salarios “se registra una caída de poder de compra de alimentos y bebidas en el orden del 17,8 por ciento”, y agrega que dentro del universo de los trabajadores la pérdida del poder de consumo de los informales “en términos de canasta básica alimentaria alcanza el 21 por ciento”.
AUNO-7-7-19
LC-SAM
