Lomas de Zamora, septiembre 17 (AUNO).- Valor, coraje, confianza en la justicia. Todos esos valores deben haber recorrido el cuerpo de Jorge Julio López cuando en 2006 se presentó a declarar en el juicio contra el represor del denominado “Circuito de Camps”, Miguel Etchecolatz. No temió en afirmar que él había sido su torturador durante 1976, cuando la dictadura cívico-militar ocupaba el poder en Argentina. No temió porque sabía que sus compañeros muertos en los centros clandestinos de detención no merecían su silencio. Mañana se cumplen seis años de su desaparición y, por ello, organizaciones sociales, políticas y de derechos humanos de zona sur y de todo el país marcharán a Plaza de Mayo para reclamar que avancen las investigaciones para encontrarlo.
Asociaciones como Hijos, Ex Detenidos Desaparecidos, el Encuentro Memoria, Verdad y Justicia, y Chau Pozo, de Banfield, son sólo algunas de las que partirán a las 17.30 desde la plaza de Congreso hasta la ubicada frente a la Casa de Gobierno para pedir “juicio y castigo a los responsables”.
Pero la manifestación en el centro porteño no será la única. También habrá actos en La Plata, debido a que López desapareció cuando se dirigía a los tribunales de esa cuidad para presenciar los alegatos. Una marcha desde la Plaza Moreno, enfrente de la Catedral, hacia la Plaza San Martín y el bautismo con su nombre del Salón Dorado de la Municipalidad del distrito, fueron las formas elegidas para homenajearlo.
Por su parte, la Comisión Provincial por la Memoria (CPM) ofrecerá a las 19 un ciclo de charlas en el Museo de Arte y Memoria (MAM) para analizar una “perspectiva de los juicios por delitos de lesa humanidad y las impunidades de hoy”.
En los diálogos participará el secretario ejecutivo de la organización, Alejandro Mosquera; el juez criminal y correccional del Juzgado Federal 3 de Capital Federal, Daniel Rafecas; y el fiscal de la Unidad de asistencia para causas por violación a los derechos humanos durante el terrorismo de Estado, Pablo Crous.
La causa por la desaparición de López aún no tiene detenidos ni imputados. En 2008 la Cámara Federal a cargo del juez Manuel Blanco creó una “Unidad Especial” dedicada a la investigación de este caso, pero a pesar de ello no se obtuvo ningún resultado.
Jorge Julio López era un albañil de 76 años que durante su juventud había militado para la organización Montoneros en la localidad bonaerense de Los Hornos. El 27 de octubre de 1976 fue secuestrado junto a otras 12 personas. A partir de allí estuvo detenido 160 días de manera ilegal y otros 812 a disposición del Poder Ejecutivo.
Pero la privación ilegítima no fue su peor padecimiento, sino las torturas que recibió por parte de Etchecolatz. Sus testimonios y su indudable negación al olvido y al perdón permitieron condenar a prisión perpetua a ese represor. Por ello, el principal homenaje que merece es el de su aparición, una deuda que aún tiene la democracia.
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