Identificaron el cuerpo de Analía Oliveira

La UFI 2 desdentralizada de Ezeiza confirmó a AUNO que el ADN de partes de un cuerpo mutilado y hallado en Unión Ferroviaria coinciden con el de la joven misionera de 24 años que había desaparecido hace cuatro meses. “Esto es una locura”, dice la familia.

Marina Pandolfi

Lomas de Zamora, noviembre 24 (AUNO).- A cuatro meses de la desaparición de Analía Itatí Oliveira, un resultado de ADN de las partes de un cuerpo halladas en Unión Ferroviaria coincidieron con los datos genéticos tomados de la ropa de la joven misionera de 24 años. Falta encontrar el resto. “Esto significa que nos la van a ir entregando por partes. ¿Te das cuenta? Es una locura todo esto”, expresó Emilio, uno de sus hermanos, consternado por el crimen. “¿Quién pudo haber hecho algo así?”, es una de las tantas preguntas que hace su familia. Pero, sobre todo, “¿por qué?”. Se repite la historia de una “averiguación de paradero” que termina en asesinato.

Los restos que finalmente fueron partes del cuerpo de la joven habían aparecido el 18 de agosto en un descampado. Los encontró una pareja que luego avisó a la policía. Tres días después del hallazgo, llegó a la UFI N°2 una denuncia por averiguación de paradero de Analía. La fiscalía pidió varios allanamientos en las localidades aleñadas, como Unión Ferroviaria, Tristán Suárez y Carlos Spegazzini para continuar con la búsqueda. Incluso se allanó la casa donde vivía la joven, en el barrio Santa Marta, y se incautó su ropa para obtener rastros de su ADN. Esto fue lo que cuatro meses más tarde permitió la identificación.

“Fuimos atando cabos y decidimos realizar un estudio de ADN. Lamentablemente coincidía con la descripción y contextura física de Analía”, explicó Carlos Hassan, el fiscal de la UFI 2 descentralizada de Ezeiza que lleva la causa.

Analía era una joven misionera que hacía un año y medio había llegado a Buenos Aires para acompañar a su novio, un cadete del Colegio Militar que le había pagado el pasaje desde Misiones. Rubia y de baja estatura, tenía un tatuaje en la nuca con el nombre “Juan”, por su novio. Trabajaba como auxiliar de limpieza en un country de Ezeiza y, según contó a AUNO Miriam, su madre, quería empezar a estudiar Turismo en la Universidad de Lanús.

El sábado 9 de agosto, hace casi cuatro meses, desapareció de la casa en la que vivía con una ex novia de uno de sus hermanos, Samanta Villagra, quien al momento de su desaparición contó que Analía “se fue el sábado con un bolsito y dijo que volvería al día siguiente”. A partir de allí comenzó el desconcierto y la desesperación. Se pegaron carteles de búsqueda en las estaciones ferroviarias y se intentó toda la difusión posible del caso, pero el teléfono nunca sonó con el llamado de alguien que pudiera aportar algún dato.

“Nadie nos llamó para decirnos, por ejemplo, que se tenía que encontrar con ella y que nunca llegó”, contó su madre. “Entonces, hay alguien que sabe algo y no lo está queriendo decir”, agregó Celeste, esposa de Emilio y cuñada de Analía.

El fiscal que lleva adelante la causa, Carlos Hassan, de la UFI 2 descentralizada de Ezeiza, señaló a AUNO que esto “es un caso complicado de desaparición” porque “se trata de una chica del interior que vino acá sólo por su novio. Vivía con una ex cuñada y no tenía un círculo definido de amistades”. Su tarjeta SUBE registró movimientos dentro del partido de Ezeiza hasta el 12 de agosto, aunque su último contacto en redes sociales como Facebook y WhatsApp data del domingo 10 en horas de la madrugada.

El mapa de búsqueda fue complicado, porque aún no hay ningún testigo que haya visto salir a Analía ni que la haya visto dar vueltas por Ezeiza ni que se haya encontrado con ella. Sin embargo, estimó el fiscal, la investigación seguirá siendo compleja porque hay que seguir buscando “los restos que faltan”.

Emilio cuenta que a su madre le han pedido dinero para decirle donde están las otras partes del cuerpo ultrajado, mutilado y abandonado. Mientras tanto, el nombre de Analía se suma a la larga lista de asesinatos de mujeres. Quien lo hizo habrá pensado que nadie notaría la ausencia de una joven recién llegada a la gran ciudad, o que el crimen jamás sería descubierto.

MP-AFD
AUNO-24-11-14

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