«Ex tupamaro las pelotas»

La frase es del poeta uruguayo Mauricio Rosencof, que en mayo visitará la feria. Estuvo preso poco más de once años por parte de la dictadura de sus país, junto a Pepe Mujica y Fernández Huidobro.

Lomas de Zamora, abril 25 (AUNO) – “Y si este fuera mi último poema, insumiso y triste, raído pero entero, tan sólo una palabra escribiría: compañero”, recitó Mauricio Rosencof al despedir a su compañero Eleuterio Fernández Huidobro, que falleció el año pasado.

Esa breve poesía había sido escrita en la cárcel por Rosencof, que estuvo detenido por la dictadura oriental durante once años y medio junto a José Pepe Mujica y a Fernández Huidobro.

Nacido en Florida, Uruguay, el 26 de junio de 1933, Rosencof es autor de una amplia obra, y tal vez su libro más conocido: Las cartas que no llegaron (2003).

Visitará la 43 edición de la feria del libro de Buenos Aires, para participar en el “Diálogo de Escritores Latinoamericanos”, el 9 de mayo, a las 18:30, junto a Marcial Gala, Carlos Gamerro y Liliana Heker, en la sala Alfonsina Storni.

Al despedir a Fernández Huidobro, recordó: “Estando los tres en los fosos, en los calabozos subterráneos, en Paso de los Toros, habíamos abierto una ventanita a la vida comunicándonos a través del muro a golpe de nudillos, reinventando el morse”.

Poema insumiso y entero

Señaló después: “Ahí nos contamos la vida, la infancia, las novias, las que no tuvimos, todo. (…) No iba a visitarlo ni la hija, ni la mujer, que estaba presa en Punta de Rieles, ni la madre, que estaba viejita, y no había visitas a voluntad. Entonces a la mañana siguiente dejé algo. Escribí a golpe de nudillos y le dejé este verso: “y si este fuera mi último poema, insumiso y triste, raído pero entero, tan solo una palabra escribiría: compañero”.

Fruto de la dura experiencia carcelaria, escribió el libro Memorias del calabozo, junto a Fernández Huidobro, que falleció el 5 de mayo de 2016 mientras era ministro de Defensa.

“Con el Ñato (por Fernández Huidobro) tenemos una vida juntos. Somos hermanos de sangre. Es un ser humano que supo jugarse la camiseta, la piel, por aquello de que los más infelices sean los más privilegiados. Estuvimos con él y con el Pepe once años y medio en un pozo donde para respirar había que hacer solicitudes (…”), dijo Rosencof a un canal uruguayo, en aquella ocasión.

En un reportaje concedido a Página 12, en 1998, aseguró: “La gente tiende a decir: era tupamaro, y ahora es ex tupamaro. Ex tupamaro las pelotas, eso no me lo quita nadie”.

AUNO 25-04-17
AB MT HRC

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