(AUNO).- Estudiantes y docentes de la Escuela Técnica N° 5 de Temperley, creadores del primer auto que funciona en base a energía solar en América latina, preparan para fines de este un viaje de larga distancia a bordo del vehículo, hasta Mar del Plata, después de haber superado con éxito las pruebas realizadas en tramos menores.
El Febomóvil, tal como fue bautizado, recorrió meses atrás, en tres horas, la distancia que une las ciudades de Luján y la Plata. “En este viaje hicimos un promedio de 75 kilómetros por hora, y, entre otras cosas, se pudo chequear el funcionamiento del motor y la estabilidad”, aseguró el vicedirector del colegio, Andrés Papuzynski.
“La idea para este año es hacer un trayecto entre Buenos Aires y Mar del Plata, por la ruta 2, aunque todavía estamos buscando el momento adecuado ya que la mejor posición del sol es en noviembre o diciembre y en ese período los estudiantes tienen que rendir muchas materias. Estamos analizando cuál sería la etapa más adecuada, en la que tengamos buena radiación infrarroja y no perjudique el trabajo de los alumnos”, explicó el directivo.
El vehículo será conducido en distintas etapas por los estudiantes y puede haber tres o cuatro pilotos. Además, están acompañados de un equipo técnico y directivos del colegio.
La radiación solar está considerada como una fuente de energía, en contraposición con los hidrocarburos, dado que al no producirse combustión, no se contamina el medio ambiente. Además, a diferencia del petróleo, el la energía solar es un recurso inagotable.
El auto tiene tres ruedas, dos delanteras y una trasera, posee una carrocería de fibra de vidrio, mide 5,40 metros de largo por 2 de ancho y tiene una altura de 70 centímetros.
El proyecto, dirigido por el ingeniero Juan Carlos Trucco, con participación de un grupo de alrededor de 20 alumnos, surgió cuando el establecimiento ganó, hace dos años, una competencia de autos solares en miniatura. “El premio había sido, en esa oportunidad, una placa solar para ese tipo de coches. Esto nos puso en conocimiento sobre los autos solares de competición en escala uno en uno y comenzamos a idear el proyecto del “Febomóvil”, explicó Papuzynski. facilitaron las placas y el motor, entre otras cosas”, añadió.
Para llevarlo adelante, los realizadores se interiorizaron acerca de diferentes modelos realizados en Australia y Japón. “Ideamos el proyecto en base a un diseño propio, junto con empresas que nos facilitaron las placas y el motor, entre otras cosas”, añadió.
La primera prueba para testear el automóvil, fue un recorrido desde Brandsen a Monte. “Allí se hicieron todos los chequeos necesarios para determinar cómo funcionan las placas y cómo se recarga el sistema de baterías”.
El proyecto contó con la financiación de una serie de empresas privadas, la Fundación AIJE, que aportó 7.000 pesos, y la Dirección General de Cultura y Educación bonaerense.
Esta no es la primera vez que la Escuela de Enseñanza Técnica N° 5 es noticia por sus proyectos. En 1973, un grupo de egresados ideó un motor a hidronafta, una combinación de agua e hidrógeno, que en el futuro podría suplantar a los combustibles a base de hidrocarburos.