(AUNO-Tercer Sector*)Había una vez una historia donde todos fueron felices y comieron perdices, decían las maestras, pintando un mundo color de rosa bastante alejado de la realidad. Sin embargo, por estos tiempos parece haberse descubierto que un cuento puede servir para aliviar los dolores que quedan en el alma después de una tragedia.
En esta línea basa su trabajo la doctora Mónica Bruder, integrante de la Asociación Argentina para la Infancia. La teoría de la escritura terapéutica, que presentó hace un año y medio tiene como creador al psicólogo norteamericano James Pennebaker. Según esta teoría, el proceso de la escritura permite disminuir la violencia escolar y prevenir tragedias como la de Carmen de Patagones, a través de “la formación y preparación de docentes quienes por medio de los cuentos podrán analizar las conductas de los alumnos y percibir irregularidades”, afirmó la especialista.
“La importancia de este método es que la escritura es anónima, funciona como un diario íntimo y el sujeto no está obligado a leerla. Esa es la gran diferencia con los métodos tradicionales”,asegura Bruder que coordinará el jueves próximo una jornada sobre Cuento Terapéutico para médicos, pediatras, psicólogos, psicopedagogos docentes y público en general.
En el comienzo de la terapia se utilizan distintas estrategias que el profesional considera útiles en cada caso, para después finalizar el proceso con la escritura del cuento con final feliz. “La escritura tiene un valor importante porque logra volcar la acción violenta o traumática a través del papel y permite a los profesionales utilizarlo como proceso preventivo y así evitar tragedias”, aclara.
Esta forma de terapia puede ayudar a las sobrevivientes de Cromañón, pero este método se puede aplicar “recién al año de ocurrida la situación postraumática. La escritura del cuento debe ser aplicada con criterio comunitario, en un mediano plazo y redactada en primera persona”, afirma Bruder.
La terapia de la escritura está dando sus primeros pasos y pretende llegar a la resiliencia que es la capacidad que tiene una persona para sobreponerse y enfrentar situaciones limites, y salir fortalecida.
Para la especialista este recurso terapéutico también puede aplicarse a casos de abuso sexual, enfermedades terminales o un duelo no elaborado, entre otras situaciones límite. “Si bien no es lo mismo trabajar con adolescentes que con adultos, más que la edad, lo importante es el motivo de la consulta con la que se llega al profesional”.
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Cómo comunicarse:
Asociación Argentina para la Infancia: aainfanciaedu@speedy.com.ar
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