«En el cielo nos vemos”, una investigación sobre Jorge Julio López

El periodista Miguel Graziano presentó su libro sobre la vida del testigo clave en los juicios por Derechos Humanos, desaparecido desde 2006, y las irregularidades de la investigación judicial que aún permanece sin imputados.

Gabriel Dávila

La Plata, junio 1 (AUNO).- El periodista y escritor Miguel Graziano presentó en la Feria del Libro de la Ciudad de La Plata “En el cielo nos vemos. La historia de Jorge Julio López”, un trabajo de investigación sobre la vida del testigo clave desaparecido en septiembre de 2006 y los pormenores de una causa que aún no tiene detenidos ni imputados.

Durante el encuentro participó también Rubén López (uno de los hijos del testigo), quién calificó con dureza el papel de la Justicia y la Policía Bonaerense en la investigación del caso. “A mi viejo lo van a encontrar el día que se lo lleven por delante”, sentenció.

Graziano, periodista del Grupo Veintitrés, explicó: “Además de la biografía del protagonista y los hechos del 18 de septiembre de 2006 (el día de su desaparición), sentí la necesidad de avanzar en por qué tantos años después reina esta situación de impunidad”.

“Este libro plantea la necesidad de que López no siga desapareciendo de la opinión pública y de los discursos políticos”, subrayó el autor ante un auditorio colmado y detalló que, más allá del secuestro, la obra se refiere principalmente a actos de corrupción o negligencia que hicieron imposible el avance de la causa.

Reveló, a su vez, que “en casi siete años, fue imputado solo un estudiante que estaba haciendo una pintada, para pedir justicia por López, al que lo detienen de manera irregular y le imputan el delito de daño. Por suerte lo absolvieron de inmediato”.

A su tiempo, Rubén López destacó “el respeto, compromiso y minuciosidad” de Graziano con la investigación, al que calificó como “un amigo”.

Jorge Julio López permaneció primero desaparecido durante la última dictadura militar y luego fue secuestrado en 2006 tras declarar en el juicio contra el represor Miguel Osvaldo Etchecolatz por crímenes de lesa humanidad.

Graziano insistió en que su intención fue la de reflejar “el compromiso que mostró López al momento de decir lo que había vivido en los centros clandestinos como herramienta para dejar un país mejor”.

“No podía soportar la indiferencia de una sociedad que pudiera convivir con indultos, leyes de Punto Final y de Obediencia Debida, por eso declaró y por eso no iba a faltar a la querella”, detalló el investigador, en referencia a esa mañana en que fue secuestrado, justamente cuando iba camino a presentarse en su carácter de querellante en la causa.

Por último, Rubén López recordó que fue “fundamental” el papel de su padre en los juicios, no sólo por su denuncia contra el represor Etchecolatz, sino también al señalar dónde estaba el “Quemadero de Arana”, donde se encontraron restos humanos incinerados por los militares.

La exposición-debate tuvo lugar en la sala Polivalente del Centro Cultural Municipal Pasaje Dardo Rocha, de la ciudad de La Plata, como parte de un ciclo de presentaciones que incluyó a autores como Felipe Pigna y Osvaldo Bayer.

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AUNO-01-06-13

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