Dos chicas de 20 y 22 años decidieron romper con su rutina cotidiana y cumplir con el sueño de realizar la primera edición del festival “El rock hace escuela”, una iniciativa que se propone ayudar a algunas instituciones de bien público de Esteban Echeverría.
“El proyecto surgió como un delirio mío, no pensé que iba a salir tan bien”, contó a AUNO Carla Soto, de 22 años, quien junto con su compañera Griselda Vallejo dieron el puntapié inicial a esta idea que intenta aliviar algunas de las necesidades con las que se topan a diario.
El proyecto “El Rock hace escuela” consiste en organizar festivales donde bandas de distintos estilos musicales, como el rock, reggae, punk y jazz darán conciertos. La frecuencia de cada encuentro prevé ser de dos o tres meses, y el objetivo es recaudar alimentos, ropa, juguetes y útiles para diferentes instituciones.
El último 8 de diciembre se realizó la primera edición del festival para ayudar a la Escuela Hogar Evita (ex Domingo F. Sarmiento), de Esteban Echeverría, que alberga a 632 chicos, entre primarios y secundarios que estudian y viven allí durante la semana.
“Consideramos que al albergar a los estudiantes tal vez la ayuda que recibe ese hogar por parte del Estado no sea suficiente”, argumentó Carla para explicar el motivo de su elección.
Luego de decidir a quienes ayudaría, tuvieron que pedir una autorización a la escuela para saber si sus directivos estaban de acuerdo en ser parte de este proyecto y averiguar qué donaciones necesitaban.
Al primer contacto con la escuela hogar lo tuvieron con el secretario técnico del colegio Carlos Luvindo, quien se interesó por el proyecto y les brindó su apoyo; además le ofrecieron la posibilidad de que alumnos de los cursos mayores de la escuela participen.
En la noche de apertura donaron su show las bandas de rock Akope Masivo y Triple Carga, de Monte Grande; Aves de Paso y Rustico Rock, de Villa Madero; y El Mambo de la Gringa, de Lanús.
El valor de la entrada fue la donación de alimentos no perecederos, juguetes, útiles escolares, utensilios de cocina o ropa y 5 pesos para cubrir los gastos correspondientes a la organización y producción, como el alquiler del lugar, sonido, transporte y bebidas.
Para Griselda, “la experiencia fue buenísima, la verdad es que tuvimos una oportunidad genial para expandirnos. Si bien no fue toda la gente que esperábamos, nos sirvió sin dudas para conocernos con las bandas (de rock) y tomar confianza”.
“Por suerte tenemos contacto con varias bandas y ya tenemos en vista algunas organizaciones a las cuales podríamos ayudar —añadió Carla—. Por lo pronto nos movemos en Esteban Echeverría, pero nuestra ambición es llegar un poco más lejos; esto se verá con el tiempo.”
A los que preguntan más sobre el significado de esta idea, ellas responden en su blog (http://www.fotolog.com/elrockhacescuela): “Nuestro festival ‘hace escuela’ porque reitera nuestros valores de ciudadanos, nos representa y nos da las herramientas para ayudar a los que mas necesitan una mano amiga”.
“Prestamos nuestro espacio y nuestro amor por la música para generar una soga más, una ayudita pequeña pero dulce de la cual nos llevamos la satisfacción de lo logrado”, concluyó Griselda, a modo de evaluación.
EF-AFD
AUNO-27-12-07
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