Pueden ser la esperanza de una alegría futura, el motor de una ilusión renovada, el trampolín para el nacimiento de un nuevo ídolo en el club o, simplemente, el reflejo de un proyecto de trabajo que lleva aparejado un objetivo a largo plazo. Todo eso y mucho más pueden ser los pibes de la Reserva de Banfield, que el fin de semana pasado se consagraron campeones del torneo que organiza la AFA, tras una excelente campaña en la que exhibieron contundencia, solidez y un juego de equipo notable.
Los 69 puntos obtenidos a lo largo de la temporada dan muestra de ello. También los pocos goles recibidos (28 en 36 partidos), que convirtieron al conjunto conducido por Raúl Wensel en la defensa menos vencida. Algunos aspectos que invitan a soñar a los hinchas, de cara al futuro más cercano, para que esto se repita en la categoría superior.
El camino hacia la gloria tuvo su cierre el sábado pasado, cuando los juveniles del “Taladro” golearon 4-0 a Tigre en el Florencio Sola. Fue la síntesis perfecta de este conjunto empapado de regularidad, que a obtuvo 19 victorias, 12 empates y sólo cinco derrotas (cuatro de ellas en la primera ronda), que le permitieron obtener el 63,8 por ciento de los puntos en disputa.
“Para eso fue fundamental el sacrificio y la garra que le pusieron los chicos durante todo el año”, remarcó Wensel minutos después de haber levantado la copa. “Trabajamos partido a partido. Con distinto equipo, porque se utilizaron jóvenes de la Cuarta, Quinta y Sexta. Pero siempre con la misma premisa: tratar de darles una mano para que lleguen de la mejor manera a Primera”, explicó el entrenador, que repitió el título obtenido en 2005 por Carlos Leeb con la “Gatoneta”.
Este no es un hecho que pase inadvertido. Más cuando se disputó un torneo largo, de dos ruedas, en el que se jugaron todos los partidos de forma obligatoria por primera vez, y la AFA le otorgó un título y no un simple reconocimiento al campeón. “Creo que eso lo hace más importante aún, así como la cuestión de que los muchachos sean todos chicos surgidos del club”, sostuvo el técnico que hizo hincapié en los pocos jugadores afianzados en Primera que utilizó.
Al contrario, fueron muchos los nombres utilizados de juveniles que llevan varios años en el club. Por eso ya se empezaron a asomar algunas promesas como Federico Sardella, que protagonizó su debut en Primera desde el arranque el sábado pasado. El goleador Facundo Ferreyra, que dio sus primeros pasos en el Apertura 2008, o el mediocampista Marcelo González, así como otros futbolistas ya conocidos en la categoría mayor como Cristian García y Mauro Dos Santos.
Muchos de ellos fueron los artífices de este campeonato en el que Banfield terminó en lo más alto de la tabla, escoltado por Rosario Central, que finalizó en segundo lugar con 66 puntos, y Gimnasia y Esgrima La Plata, que se ubicó tercero con 65.
La clave del conjunto del Sur del Gran Buenos Aires estuvo en el sprint final de la segunda ronda, cuando enhebró 17 partidos sin derrotas -desde la vigésima fecha en la que le ganó a Estudiantes (1-0) hasta el triunfo obtenido ante los de Victoria-. Una carrera que tuvo cuatro victorias consecutivas en la recta final (Huracán, Independiente, Argentinos y Tigre), que le permitieron sacar una diferencia clave para obtener el campeonato.
“Lo importante fue que el equipo mantuvo una regularidad a pesar de la rotación en las formaciones. Por eso pensamos que se logró algo único y que nos da una alegría enorme”, explicó Dos Santos, con una mueca de satisfacción.
Sin embargo, la alegría para estos chicos no es del todo completa. “Porque son pocos los jóvenes que consiguieron alguna posibilidad en Primera, pese a que hay muchos jugadores con capacidad de estar en el plantel superior”, afirmó Ferreyra, en consonancia con la idea de muchos de sus compañeros. “Pero esperemos que las oportunidades se vayan dando”, se entusiasmó.
“Está claro que hay que darles tiempo. Seguro que Julio los está viendo. Pero no se puede traer dos futbolistas por línea, porque eso margina a los más jóvenes”, advirtió Wensel en referencia a la idea de dirigentes y cuerpo técnico de incorporar jugadores para reforzar el plantel.
Sin embargo, no debe perderse de vista que ya hay algunos juveniles que se fueron afianzando en este semestre (como Emanuel Pío, Cristian García, Gustavo Gómez, Pablo Vergara y Maximiliano Laso). Aunque muy lejos se está del modelo que lleva adelante Lanús, el clásico rival de barrio, en estos últimos años.
De todas maneras, el título de los chicos de la Reserva permite ilusionarse con un futuro mejor. “Lo que lograron fue muy bueno, ya que es muy importante salir campeón en un torneo tan largo y tan duro como éste. Por eso, tienen que seguir trabajando para alcanzar esa posibilidad de llegar arriba”, aconsejó el entrenador marcando como ejemplos al mediocampista Favio Segovia y al propio Sardella, que deben presentarse a trabajar con la Primera, cuando Banfield comience la pretemporada el próximo lunes.
Sobre ellos están puestas todas las miradas. Y también sobre los otros pibes que la siguen luchando desde abajo y se ilusionan con llegar. Para que el aliento que cayó el último sábado desde las tribunas, “Vamos, vamos los pibes”, mientras la Reserva daba la vuelta olímpica, se corporice en Primera. Aparte del “dale campeón”, la vieja cuenta pendiente por saldar.
NS-MFV
08-07-09
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