Lomas de Zamora, junio 2 (AUNO).- Si se contabiliza en tiempo, Lanús estuvo a tres décimas de un triunfo histórico. Pero Juan Pablo Cantero convirtió un triple impensado con el que clasificó a Libertad a las semifinales de la Liga Nacional, y dejó a “El Granate” con las manos vacías. Así de efímera fue la sensación de saborear un lugar entre los cuatro mejores del básquet argentino.
Aquella caída 75-73 en Sunchales eliminó al conjunto de la Zona Sur del Conurbano bonaerense. Hoy, pasado el tiempo, la temporada merece un balance. Y quien está a cargo es el propio entrenador de Lanús. Pese a la derrota, Silvio Santander pondera la realidad del club si de la pelota naranja se trata.
“Realizamos una campaña ejemplar. Por supuesto que con altibajos, en el que no desentonamos tanto con respecto a los equipos más competitivos del país. Lanús creció mucho estos dos años. Realmente, si uno lo analiza detalladamente, el básquet de esta institución levantó su exigencia y ya está cerca de lo que es el fútbol”, aseguró el DT en diálogo con AUNO.
Esa sentencia es la de alguien que conoce el interior de un plantel que entendió a la perfección lo que se jugaba. El técnico comprende la importancia de este 2011, en el que Lanús alcanzó su mejor marca en la Liga Nacional: el sexto puesto será un gran envión anímico para lo que sigue.
“Somos conscientes de la trascendencia de los resultados obtenidos. Fue un año excelente en lo colectivo, que dejó conforme a más de uno, y en el que se plasmó una idea de juego concreta, capaz de hacerles frente a los mejores equipos de Argentina. Debemos seguir con esta trayectoria para que, de una vez por todas, Lanús entre en ese lote de la elite del básquet nacional”, señaló.
Y agregó: “Nos quedamos a un paso de semifinales, que era el gran objetivo después de haber clasificado a los play-offs. Es una deuda que queda pendiente. En 2010 caímos en la misma instancia a Peñarol, que llegaba como amplio favorito. En esta oportunidad, con Libertad, la paridad fue constante y merecimos mejor suerte”.
Sin embargo, y aunque el golpe por la manera de quedar eliminado todavía duele, Santander resaltó “la actitud y el semblante de un equipo que se jugó por un estilo”. Y con fundamentos, Lanús volcó en el parquet, instantes de un básquet que hicieron mella y quedaron en el recuerdo a lo largo de la temporada.
La victoria ante Peñarol, el punto más alto
Si el entrenador tuviera que rescatar un momento de máxima expresión del poderío granate, ese sería el triunfo sobre el prácticamente imbatible Peñarol, que cuando arribó a la sexta fecha del campeonato, arrastraba 44 victorias consecutivas en su casa. Allí fue Lanús, y lo sorprendió.
“Fue impresionante. No habíamos arrancado de la mejor manera, pero merecimos el triunfo y desde ese día nos posicionamos como uno de los equipos a temer. Nos hicimos respetar, sacamos chapa de plantel serio. Y eso luego se demostró una rueda después cuando enfrentamos a Peñarol en nuestro estadio”, puntualizó el técnico.
Y continuó: “Cuando volvimos a superarlo en el Antonio Rotilli, estábamos en el podio del torneo a falta de ocho fechas para que termine. La temporada empezaba su recta final y nosotros nos encontrábamos detrás de Obras y Peñarol”.
Las claves de una gran campaña
Santander explica el gran rendimiento del equipo a partir de la solidez grupal y el desequilibrio individual. Dos pilares fueron claves en la campaña de “El Granate”: la rotación constante y la experiencia que brindaron jugadores consagrados como Lucas Victoriano, Gabriel Fernández y Diego Prego.
“El aporte de las individualidades engrandece a cualquier plantel. Si saben explotar su experiencia y se la dan a conocer a los juveniles, todo equipo genera picos de rendimiento positivos. Eso consiguió Lanús con regularidad. Allí está uno de los puntales de esta gran campaña”, analizó.
Y el otra cualidad fue el recambio: “Que jueguen todos brinda dinamismo, ganas e interés por participar. El equipo funciona cuando todas sus piezas se sienten importantes. Supimos capitalizar de la mejor manera los momentos de cada uno de los titulares y suplentes”.
Ahora quedará barajar y dar de nuevo. Santander no sabe si continuará al frente de “El Granate”, pues su contrato finalizó y aún no hubo renovación. Sin embargo, puntualizó con énfasis: “Todavía estoy digiriendo esta temporada. Hay ofertas para irme, pero los últimos dos años me dieron motivación para seguir. Quiero ver a un Lanús protagonista en la Liga Nacional, y clasificarlo a un certamen continental”.
AUNO-02-06-11
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