El adiós de Blanquito, un hasta siempre

Sebastián Blanco ya es jugador de Metallist Kharkiv de Ucrania. El mediocampista se despidió de Lanús con la intención de regresar algún día al club que lo vio nacer como jugador. Figura del equipo que fue campeón en el Apertura 07’ tiene por delante un claro objetivo: lucirse en Europa y ser convocado para jugar la Copa América con la Selección argentina.

Matías Quercia

Lomas de Zamora, enero 11 (AUNO).- Dudó en un primer momento. Después se decidió y partió. Sebastián Blanco dejó atrás su paso por Lanús y fue transferido al Metallist Kharkiv ucraniano. 141 partidos después, en los que convirtió 19 goles entre copas internacionales y campeonatos locales, Europa espera al último referente del Lanús campeón que todavía no había pisado suelo extranjero.

Más allá de la dificultad para nombrar al equipo que lo tendrá en sus filas por las próximas cinco temporadas, a cambio de seis millones de euros por la totalidad de su pase, el mediocampista, que supo dar la vuelta olímpica con el “Granate” en el Apertura 07’, analizó en diálogo con* AUNO* su recorrido en el conjunto de la zona Sur del GBA, sus expectativas con respecto al Viejo Continente, y su objetivo puesto en la Copa América que se desarrollará en Argentina durante el próximo julio.

-¿Por qué elegiste continuar tu carrera en el fútbol ucraniano?
-Era la opción que surgió. El club que me vino a buscar ya había hecho una oferta por mí el semestre pasado. Incluso el presidente del Metallist me llamó en tres oportunidades. Y eso realmente es para valorar. Sabía que necesitaba pegar un salto importante y seguramente si me van bien las cosas voy a aprovechar para alcanzar un torneo más competitivo en Europa.

-¿Cuáles son las expectativas que tenés con esta proyección?
-Las mejores. Cuando se busca un horizonte diferente es porque pretende demostrar allá lo mismo que se consiguió acá, y superarse. Mi idea será darme a conocer, aprovechando las competencias continentales para después pasar a un equipo más importante. Esa creo que es la intención de todos los futbolistas argentinos que deciden irse a ligas de menor renombre, como es la de Ucrania.

-¿Qué dejás en Lanús luego de 14 años en la institución?
-Pasé momentos increíbles. Crecí y me consolidé con la camiseta granate y siempre le voy a estar agradecido al club. Quizás era hora de un cambio de aire, pero por suerte tuve la chance de mostrarme en los mejores años del equipo en Primera División, y conseguir un título. Eso es algo impagable. Ahora el plantel está en un proceso de transformación que le va a permitir tomar envión para lo que viene.

En ese período de cambio, ¿creías necesaria tu salida?
-Eso nunca se sabe. Recién lo voy a conocer cuando me toque salir a la cancha en el nuevo equipo. Será cuestión de ir aprendiendo de todo lo positivo y también de lo negativo que hay en una transformación tan grande como es el paso a otro fútbol. Será fundamental madurar. Y eso que me ocurre a mí, le pasa a Lanús. También debe madurar, encontrar nuevos caminos para seguir creciendo como lo hizo hasta ahora. Tiene potencial como para hacerlo. Espero volver un día con la gloria con la que me voy.

-¿Por qué desististe de aceptar la oferta en un primer momento?-Hay mucho en juego. Al irme a un fútbol un tanto desconocido, existe la posibilidad de que se me pierda el rastro. Es por eso que será clave hacer las cosas bien desde el principio para ser tenido en cuenta y observado en el resto de Europa. Además, la prioridad es jugar con la Selección argentina en la Copa América. La razón de no decir que sí a la primera llamada fue que no pretendía quedar relegado en las futuras convocatorias a la Selección.

-¿Qué te motivó a cambiar de idea en pocos días?
Las circunstancias fueron otras. Hablé con (Sergio) Batista –entrenador de Argentina y me aclaró que iba a tenerme en cuenta. Que no dejaba fuera a nadie. Ya tuve mi oportunidad con la celeste y blanca y lamentablemente, después de un par de amistosos no se dio lo del Mundial. Ahora que la Copa América está cerca, no quiero perdérmela.

-Metallist entró en una nueva ronda de la Europa League ¿Eso ayudó a la decisión?
-Por supuesto. El equipo pasó a los dieciseisavos de final y ahora se viene un compromiso difícil con Bayern Leverkusen (Alemania). Después, si sigue en carrera, puede tocar Napoli (Italia) o Villarreal (España). Entonces, ese tipo de compromisos es algo que motiva. Habrá que tener en claro cuáles son los objetivos y hacer lo mejor posible para alcanzarlos. Seguramente, el plantel no tiene en mente ser campeón del torneo, pero siempre se puede aspirar a llegar lejos.

-Además vas a tener a un par de compañeros argentinos, como Jonathan Cristaldo y Cristian Villagra.
-Es un factor positivo extra. La adaptación va a ser una cuestión que debo superar lo más rápido posible y si hay compatriotas, será más sencillo. Supongo que todos tenemos el mismo ideal de pasar a un fútbol más competitivo, así que en eso nos podemos ayudar, para que no se haga tan difícil el crecimiento en Ucrania.

-Quien no logró adaptarse fue Diego Valeri, ¿cómo ves su regreso a Lanús?
-Le va a dar un salto de calidad a un plantel joven, con muchos chicos que están haciendo sus primeras armas. Es una lástima que justo que regresa, no pueda jugar con él. Armamos un buen equipo en 2007, y Lanús tiene un gran potencial como para relanzarse. A veces, los tiempos de maduración no se respetan. Espero que pueda volver a tener una chance en Europa. Por lo pronto, es un refuerzo clave para (Gabriel) Schurrer en este momento.

-¿No tenés miedo que pueda ocurrir lo mismo con vos al pegar la vuelta rápido por no tener continuidad?
-No pienso en eso. Mi objetivo es triunfar en un fútbol competitivo. Estoy dando un paso importante, que me conviene a mí, como también a Lanús. Posiblemente regrese, tarde o temprano, pero espero que sea con la gloria bajo el brazo, como lo conseguí acá.
AUNO-11-01-11
MRQ-LDC

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