Lomas de Zamora, octubre 17 (AUNO).- “Ganamos el mejor partido del campeonato”. Corría la 15ta. Fecha del último Torneo Clausura en el que finalmente Vélez se coronó campeón. Aquel 15 de mayo, Lanús superaba a “El Fortín”, líder absoluto, 3-2 en Guidi y Arias, y se alzaba como firme competidor a pelear el título. La frase elogiosa era de Diego Valeri.
El capitán granate tenía argumentos como para confirmar esa sentencia. El compromiso mostró velocidad, precisión, agresividad y lujos en 90 minutos muy intensos, en los que viró el resultado en un par de oportunidades. En síntesis: Los dos equipos con la ambición por el triunfo.
Cinco meses después, en el mismo estadio y con ambos planteles prácticamente idénticos, a excepción de algunas ausencias –faltaron Agustín Pelletieri y Santiago Hoyos en el local; Juan Manuel Martínez, Ricardo Alvarez y Víctor Zapata en el visitante-, la realidad fue completamente opuesta.
“Fue un partido deslucido, con pocas ocasiones de gol y por momentos mal jugado. Nosotros perdimos el control de la pelota y ellos supieron sacar ventaja de las desconcentraciones. Totalmente diferente al duelo pasado”. El análisis post partido vuelve a ser de Valeri, pero esta vez para resumir el 2-1 para el conjunto que conduce Ricardo Gareca.
El volante del equipo del Sur del Conurbano bonaerense enfatizó sobre los inconvenientes en la generación de juego que se profundizan fecha a fecha en el elenco que conduce Gabriel Schurrer. “Tenemos dificultades para hacernos dueños de la pelota”, aseguró en diálogo con AUNO.
Y agregó: “La mayor preocupación ronda por los golpes al ánimo que recibimos. Volvimos a caer luego de estar en ventaja y eso demuestra que no logramos mantener un buen resultado. De estos problemas se sale con una victoria rápida”.
Pese a haber conseguido la apertura del marcador con un tanto de penal (el árbitro Federico Beligoy sancionó una mano inexistente de Emiliano Papa) del propio Valeri cuando promediaba la etapa inicial, las fallas defensivas le permitieron al rival estampar el 1-1 antes del cierre del período con un remate certero de Héctor Canteros.
“No supimos manejar la pelota en nuestros pies y le cedimos el protagonismo a Vélez, que es un adversario compacto y sencillo para llegar al gol. Eso es algo que no nos podemos permitir. Si nos hubiésemos ido al descanso arriba en el tanteador, la historia hubiera sido otra”, destacó el oriundo de Valentín Alsina.
El complemento comenzó con una mayor predisposición del local en pos del arco de enfrente. Preciso a la hora de trasladar el balón, sin embargo, careció de profundidad. Para colmo, a 15 minutos del final, Diego Braghieri se fue expulsado y “El Granate” se retrasó en la cancha. A los 87’, Pizarro convirtió en contra y selló el 2-1 definitivo.
“Fuimos superiores en el arranque del segundo tiempo. Más incentivados y con la intención de ganar. Pero perdimos el rumbo cuando nos quedamos con un hombre menos y después tuvimos la desgracia de que nos marquen en el final. Hay que olvidar rápidamente esta instancia y enfocarnos en lo que sigue porque sino agrandamos los problemas”, consideró.
Es que esta derrota es la segunda consecutiva, ya que arrastra la caída 2-1 en Santa Fe frente a Atlético Rafaela, en un partido que también había comenzado ganando. Además, el conjunto de la Zona Sur del GBA no gana desde la sexta fecha cuando goleó 4-0 a Argentinos en La Paternal.
Con ese panorama, Boca estiró la brecha en lo más alto de la tabla de posiciones. El empate sin goles ante Belgrano en “La Bombonera” le dio la unidad con la que ya cosecha 25 puntos, a seis de Racing y el propio Atlético Rafaela, sus escoltas
Justamente, el próximo rival será el equipo de Avellaneda de visitante, el miércoles 26, después de las elecciones presidenciales que le brindarán un receso al fútbol argentino. “Necesitamos sumar de a tres y así evitar cualquier crítica”, puntualizó el capitán en alusión al murmullo que se generó en el estadio, cuando se alzaron algunas voces en torno a la salida del entrenador.
“Ya pasamos otros momentos malos y luego salimos airosos. Se necesita paciencia y esta no es la excepción. Hay que trabajar, mentalizarse e ir en busca de un triunfo que nos permita distender esta situación”, consignó Valeri. Por lo pronto, a nueve días del siguiente enfrentamiento, Lanús tiene tiempo para elegir qué camino seguir.
AUNO-17-10-11
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