Lomas de Zamora, marzo 26 (AUNO).– La vida y trayectoria de Azucena Villaflor, quien convocara a la primera marcha a la Plaza de Mayo en 1977 y que fuera asesinada por la dictadura, fue el centro de una charla en Lanús, como parte de las actividades por el Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia.
En el contexto de las Jornadas de la Educación y la Memoria, el escritor Enrique Arrosagaray presentó su libro Biografía de Azucena Villaflor. Creadora del Movimiento Madres de Plaza de Mayo, (Buenos Aires, Editorial Cien Flores, 2005), junto a Cecilia De Vicente, hija de Azucena.
En la charla, que se realizó en la Casa de la Cultura de Lanús, ubicada en Sarmiento 1713, Arrosagaray explicó que el libro le llevó “varios años de trabajo” y que lo logró gracias a que muchas Madres de Plaza de Mayo le brindaron su testimonio para reconstruir la historia familiar y política de Azucena “con la mayor fidelidad posible”.
El escritor destacó la capacidad que tuvo la fundadora de Madres de Plaza de Mayo para iniciar y dirigir esa fuerza en forma independiente con “energía y calidez” y calificó de “corajeada histórica” a la agrupación surgida en plena dictadura cívico-militar.
Azucena había nacido el 7 de abril de 1924; su madre, Emma Nitz, tenía poco más de 15 años; su padre era Florentino Villaflor, que trabajaba en una lanera. A los 16 años entró como telefonista de Siam, donde conoció a Pedro de Vicente. Años después estaba al frente de la primera convocatoria a una marcha, el 30 de abril de 1977, para reclamar por los hijos desaparecidos.
Por su parte, Cecilia De Vicente enfatizó que la historia de su madre “no tendría sentido” si no fuera por la militancia de su hermano desaparecido, Néstor De Vicente, quien formó parte de Montoneros, y también remarcó que “ella quería saber qué fue de la vida de mi hermano”.
“Mi mamá estuvo tres o cuatro días en la ESMA, el primer día estaba bien, al segundo día la torturaron fuertemente y luego fue tirada en los vuelos de la muerte; su cuerpo apareció recién en 2005 enterrado como NN en el cementerio de General Lavalle, junto con el de otras madres”, recordó Cecilia, en cuya charla estuvo también el director de Educación de Lanús, Alfredo Giorno.
Azucena fue secuestrada el 10 de diciembre del 77 y llevada a la ESMA como otros familiares, que aún se hallan desaparecidos, y sus restos fueron identificados en 2005 por el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF), junto a los de otras dos pioneras, Esther Careaga y María Eugenia Bianco.
En el libro, Arrosagaray cuenta acerca de la personalidad de Azucena, creadora de Madres de Plaza de Mayo, y escribe en torno a su infancia, su barrio y en su trabajo.
AUNO-26-03-15
JM-HRC