Capusotto: «Quien es medianamente inteligente no ve Bailando por un Sueño»

Del otro lado del teléfono puede adivinarse una típica escena familiar. “¡Chicas! Eli… Eva… ¿llegó papá?”, pregunta su mujer, María Laura, y sus hijas vociferan a coro que sí. En breve, Diego Capusotto saluda cordialmente y acepta iniciar la entrevista a la hora pautada.
Cuesta creer que quien habla le pone el cuerpo al Hombre Bobo o a Irma Jusid. Tampoco hay rastros de Peter Capusotto, personaje que encarna para conducir su nuevo programa, “Peter Capusotto y sus videos”.
Se maneja con soltura. Con una seriedad inédita, el actor dice que “si uno es medianamente inteligente no ve Bailando por un Sueño o Gran Hermano” y asegura que el regreso de Todo por dos Pesos “no es imposible”. El viernes que viene se presenta en el Teatro Coliseo de Lomas junto Fabio Alberti en “Qué Noche Bariloche”.
Ver “Qué noche Bariloche”… ¿es acceder en el teatro a lo que ya no está en la televisión?
No. Si bien hay personajes de “Todo por dos pesos”, es otro espacio. La sensación del público en el teatro es distinta a la que experimenta viendo el programa en el living de su casa. Se da una cosa “ritual” con la gente, más intensa, más interesante.
¿Puede decirse que alguien que no vio el ciclo se queda afuera de ese “ritual”?
No. Cualquiera entiende la obra y los personajes. La obra es clara. Puede gustarle o no.
¿Qué diferencia hay entre “Una noche en Carlos Paz” y “Qué noche Bariloche”?
Que Carlos Paz está al norte y Bariloche al sur (risas). Esta obra está mejor, hemos solucionado unos cuantos errores. Tiene más color, más ritmo, más musicalidad.
El hecho de que en el espectáculo haya muchos personajes de “Todo por dos pesos”… ¿significa que la gente te sigue pidiendo eso?
Muchos piden que vuelva el programa a la televisión, por lo general la misma gente que ve el programa de los lunes (“Peter Capussoto y sus videos”).
Sin embargo, varias veces dijiste que “Todo por dos pesos” no volvería, ¿por qué?
No digo que no volvería, no soy tan tajante. Capaz, las veces que me lo han preguntado no estaban dadas las condiciones para el regreso. Es difícil la vuelta, pero no imposible. La sensación que tengo es que hay algo que no se puede tocar, que ya pasó. Hay que ver si se mantiene la magia de ese ciclo. Además, yo no estoy solo en esto. Hay mucha gente involucrada.
Intentaste ser músico. ¿Conducir un programa de rock responde a una necesidad de resolver una asignatura pendiente?
No lo elegí, son cosas que caen. Apareció un espacio para hacerlo. En el programa mostramos videos viejos de grupos que uno escucha y ya no se pasan. Tengo un amigo que tiene esos videos en su archivo personal, y los combinamos con historias de ficción y de humor. Todo esto fue producto de la casualidad. En realidad, como espectador tenía ganas de verlo.
También quisiste ser futbolista. ¿Por qué terminaste en la actuación?
No tengo idea. No pude hacer lo otro y llegué a esto. Lo tendría de antes, pero escondido, inconsciente.
¿Te atrae la idea de alejarte del humor?
No pienso alejarme del humor. De hecho estoy por actuar en una obra junta a Norman Brisky, que tiene mucho humor. Es algo que tengo pendiente hacer, ya que lo leí y me gustó. Me encantaría hacerlo.
¿Tenés algún referente?
Sí, admiro a mucha gente. Por ejemplo al Negro Fontova, Alejandro Urdapilleta, Humberto Tortonese, Roberto Fontanarrosa, los hermanos Marx, Alberto Olmedo, los Monty Python.
¿Creés que “Cha Cha Cha” le abrió la puerta a un nuevo tipo de humor?
Puede ser. Pero no sé si hoy la televisión está atenta a darle cabida a este tipo de programas. El humor por la televisión es un humor más de archivo. No hay tantos programas de ideas.
¿Pensás que eso es lo que le hace falta a la TV, más programas de ideas?
Le falta dinamita para hacer explotar el 75 por ciento de sus contenidos y dejar un 25 (risas). Yo, por mi parte, elijo lo que veo.
¿Qué ves?
Miro Canal 7 o el canal Encuentros (el canal del Ministerio de Educación). No entro en el debate de la TV oficial, berreta. Si uno es medianamente inteligente no ve “Bailando por un sueño” o “Gran Hermano”, o lo hace con un distanciamiento, sabiendo que es una porquería y lo va sacar a los cinco minutos.
Justo mencionaste los programas que compiten con el tuyo, los lunes por la noche…
No, no compiten. Mi programa no tiene pretensiones de competencia. Yo estoy afuera de la TV y la competencia.
¿Siempre trataste de mantenerte afuera de eso?
Afortunadamente, siempre hubo espacios para programas como “Delicatessen”, “Cha cha cha” y “Todo por dos pesos”. Capaz que el día de mañana no tengo un peso y termino laburando en una porquería. Por ahora prefiero seguir otro camino en la comunicación.