(AUNO-Tercer Sector)* Pobreza, discriminación, desocupación, desigualdad, violencia, son problemas que afectan a toda la sociedad. Sin embargo, el 56% de la población femenina de nuestro país vive bajo la línea de pobreza, el 60% no tiene trabajo, año tras año aumentan las muertes por abortos y las mujeres de entre 15 y 24 sufren más enfermedades infecto contagiosas que los varones. Por nombrar sólo algunas, estas son cifras que reflejan una desigualdad de género en todos los ámbitos y sectores de nuestra sociedad y la necesidad de una rápida implementación de políticas sociales en estas temáticas.
Estos fueron algunos de los temas que abordaron especialistas y funcionarias en el encuentro “#732;A 10 años de Beijing, logros obtenidos y tareas pendientes”#8482; como paso previo a la Reunión de Examen y Evaluación Decenal que comenzó esta semana en Nueva York durante la Asamblea General de la ONU.
Cuatro son los puntos principales que la Argentina va a sostener en esa reunión: “#732;El reconocimiento de la existencia de la familia como organizador de la vida cotidiana, todas ellas igualmente legítimas”#8482;; “#732;La salud sexual y reproductiva”#8482;; “#732;El acceso de los adolescentes a los centros públicos de salud sin consentimiento de un adulto”#8482; y “#732;El combate del VIH/Sida”#8482;
Con la idea de dar a conocer la posición argentina, un panel encabezado por Mabel Bianco, titular de Fundación para el Estudio e Investigación de la Mujer (Feim) reconoció que “a diferencia de otras reuniones donde nos enfrentábamos las organizaciones de mujeres y las funcionarias, principalmente en la década del 90, esta vez logramos una unión de ideas para lograr una fiel representación argentina sobre las políticas para terminar con todas las formas de discriminación contra la mujer”.
La representante del gobierno de la ciudad de Buenos Aires sobre temas de la mujer, Carmen Storani habló sobre las acciones que se generaron para contrarrestar la violencia femenina y fue la encargada de exponer los avances en esta materia, ilustrando como ejemplo la modificación del Código Penal.
“Hace 5 o 6 años atrás el título de penalización relacionado con el delito de violación pasó de ser de un delito contra la honestidad de la mujer a uno contra la integridad sexual” y explicó que “antes había situaciones en las que era imposible culpabilizar al violador ya que la justicia determinaba que la mujer no estaba lo suficientemente dañada física y psíquicamente” haciendo hincapié en los aspectos positivos de esta innovación tanto desde el punto de vista ideológico como legal.
Otro de los aspectos de la plataforma que forman parte de los avances en materia de género fue expuesto por María Lucila Colombo, representante del Consejo Nacional de la Mujer al afirmar que “muchos son los avances desde el gobierno nacional a través de la articulación de nuestro Consejo junto a los ministerios de Desarrollo Social, Salud, Economía, Interior y Trabajo”.
Bianco tuvo la tarea de explicar las cuestiones pendientes en materia de salud que afectan a las mujeres, subrayando que la principal tarea pendiente es la ejecución de la ley de salud sexual y reproductiva. “Tanto el tema de las enfermedades infecciosas, el de la mortalidad materna y la penalización del aborto son cuestiones íntimamente ligadas a la educación sexual. No podemos seguir fingiendo que las políticas educativas no sirven y crear más confusión, ésta es una deuda pendiente y no podemos esperar más”, exigió.
Por su parte, la Secretaria General de Género de la CTA, Estela Díaz expuso que “la mujer sigue sufriendo violencia en el ámbito laboral y familiar justamente por las relaciones jerárquicas y asimétricas de género” y aseguró que “siguen dándose características históricas de discriminación en el mundo laboral y salarial”.
Además de exponer los puntos principales que la Argentina va a negociar en Nueva York, Juliana Di Tullio, representante de la Cancillería declaró que “esta reunión tiene un compromiso real del gobierno nacional en cuanto a las políticas sobre los derechos de la mujer, no sólo al reafirmar la plataforma de Beijing sino que obliga a todas las instituciones a comprometernos en un accionar mucho más profundo”.
En la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer que se realizó en Beijing en 1995, donde participaron representantes de 189 estados, se definieron un conjunto de objetivos y medidas que debían adoptar los gobiernos, la comunidad internacional, las ong”#8482;s y el sector privado para eliminar los obstáculos que entorpecieran la igualdad entre géneros y potenciar el papel de la mujer en todo el mundo.
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*Agencia Universitaria de Noticias y Opinión
Revista Tercer Sector
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