Avanza en el Congreso un proyecto para promover la historieta nacional

La Cámara baja tiene en estudio un texto para establecer un régimen de fomento para el género cómic en la Argentina. La iniciativa ingresó a fines del año pasado por la Comisión de Cultura y cuenta con el respaldo de un nutrido grupo de historietistas.

Florencia Sanchez

Lomas de Zamora, 30 de agosto (AUNO).- La historieta o cómic podría llegar a obtener un sistema de subsidios estatales y transformarse en “patrimonio literario” si prospera en el Congreso de la Nación un proyecto de ley de la Cámara Baja presentado por el Frente Amplio Progresista (FAP) con el respaldo de un gran grupo de historietistas.

Esta iniciativa se encuentra en las comisiones de Cultura y Presupuesto y Hacienda desde noviembre del año pasado y lleva por nombre “Historieta Nacional: Régimen de fomento y promoción”.

Este género que ha conquistado al mundo sería reconocido por el Estado como “un instrumento idóneo para el enriquecimiento y transmisión de la cultura” y, de transformarse en ley, se aplicarían medidas necesarias para preservar y difundir este patrimonio literario.

El proyecto apunta a “fomentar la difusión, publicación y edición de libros y revistas de dibujantes, guionistas e historietistas” del país, y “preservar y asegurar el patrimonio literario, bibliográfico y documental de historietas”, sin embargo aún no ha sido tratado en ninguna de las comisiones.

A causa de esto los dibujantes y principales protagonistas han realizado múltiples convocatorias para promover esta iniciativa, presentada por la diputada Nacional del FAP Victoria Donda.

Muchos dibujantes acusaron que por “trabas burocráticas y vedetismo político” aún no se ha tratado, y toman el caso de Colombia, donde ya existe una ley similar que beneficia la edición de comics e historietas nacionales para “democratizar y fomentar el libro colombiano” y ha producido una gran productividad de la industria local gráfica.

En este sentido, la iniciativa calificaría como nacionales a “aquellas historietas realizadas por dibujantes y guionistas argentinos/as o residentes en nuestro país” o con un mínimo de dos años de residencia en nuestro país previos a la publicación de las ediciones, fortaleciendo este arte que se vio afectado en el último tiempo.

La década del 90 fulminó grandes editoriales que eran “formadoras de artistas” y hoy muchos editores sólo se limitan a trabajar con material extranjero que viene con una gran campaña de marketing y deja de lado lo local por correr atrás de un negocio rentable.

Por eso los dibujantes y guionistas argentinos apelan a que las instituciones protejan la industria grafica nacional para no ser consumidores únicamente de material foráneo, tal y como se aplica en otras artes, por ejemplo el cine.

En caso de ser aprobada, establecería un régimen tributario para todos aquellos que realicen historietas y promovería una política federal “para facilitar la edición de historietas en todo el país”, en pos de “apoyar a los y las dibujantes, guionistas, editores y comercializadores, asegurándoles los estímulos, capitales, materias primas, equipos y servicios que garanticen el desarrollo sostenido y democrático de la cultura de las historietas y su lectura”.

Esto sería de gran ayuda a un sinnúmero de autores y editoriales, que debido a la suba del precio del papel e impresión y la apertura de una desmedida importación de publicaciones extranjeras, no logran sostener esta actividad que los apasiona y representa el folklore cotidiano.

La Secretaría de Cultura de la Nación estaría a cargo del cumplimiento de las medidas y se crearía un Registro Nacional de dibujantes y guionistas, quienes deberán tener una tirada mínima de 500 ejemplares para formar parte de éste, y un Consejo Nacional de Dibujantes y Guionistas de la Historieta Nacional.

Además, el 20 por ciento del volumen anual de los materiales oficiales deberá tener historietas nacionales, los editores se verían obligados a publicar un diez por ciento de todas las publicaciones que se producen cada año y las empresas distribuidoras y comercializadoras de libros deberán tener también un diez por ciento de historietas en el catálogo de obras.

AUNO
FS-AG

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