Amplio consenso para un proyecto que fomenta la producción de biocombustibles a partir de vegetales

Luego del naufragio de iniciativas similares en los últimos años, el Senado de la Nación recibió un proyecto de ley de Biocombustibles que cuenta con el consenso de la mayoría del cuerpo. En caso de ser aprobada, la iniciativa contempla un plazo de cuatro años para que todos los combustibles contengan un porcentaje de biodiésel, lo que implicaría una reducción de los efectos negativos sobre el medio ambiente.
Por Martín Glade

(AUNO*) Mientras en distintos puntos del país emprendedores privados vinculados principalmente a la actividad agraria desarrollaron combustibles que contenían distintos porcentajes de aceites vegetales, la iniciativa nunca contó con el apoyo estatal necesario que permitiese su desarrollo industrial.
El biodiesel, además de mejorar las condiciones financieras de algunos cultivos, por generar una potencial mayor demanda, consigue efectos benéficos sobre el medio ambiente, ya que incorpora un combustible renovable y emite menos gases perjudiciales.
El proyecto que ingresó el martes al Senado fue elaborado por el radical Luis Falcó, quien consiguió la firma de apoyo de otros 50 legisladores, de las bancadas justicialistas, independientes y de Recrear, entre otras.
La iniciativa, si es promulgada luego por Diputados, planea lograr que en cuatro años el gasoil deba ser mezclado obligatoriamente en su elaboración con un 5 por ciento de biodiesel, y un porcentaje similar de etanol para las naftas. El biodiesel se obtiene de los aceites vegetales, mientras que el etanol se consigue a partir del maíz o la caña de azúcar.
Para avanzar en este plan, se buscará conceder beneficios fiscales por 15 años, como la exención del IVA del impuesto a los combustibles, un gravamen que incrementa de forma importante el precio final de las naftas y el gasoil. Para recibir este beneficio, o evitar pagar la Tasa Hídrica, los fabricantes deberán ser aprobados por una “autoridad de aplicación”.
“A nivel mundial está tomando fuerza desde hace varios años un nuevo paradigma energético motorizado por las energías alternativas. En el corto y mediano plazo, la necesidad de contribuir a las metas de reducción de los denominados gases de efecto invernadero, como forma de mitigación de las negativas consecuencias del cambio climático, y en el largo plazo la necesidad de encontrar combustibles sustitutos frente a la creciente escasez del petróleo, han generado en los países más desarrollados, la creciente participación de los biocombustibles”, explicó el legislador Falco al fundamentar su iniciativa.
Falco consideró que “Argentina tiene una gran oportunidad para el desarrollo de los biocombustibles” y explicó que su definición alcanza “a la producción de los mismos a partir de distintas materias primas, incluidas grasas animales y desechos orgánicos”.
La iniciativa de Falco cuenta con antecedentes en la región el impulso que tuvo en Brasil el “Plan Alcohol”, que se vendía de manera exclusiva, y que ahora se utiliza en porcentajes menores en los surtidores, a partir de azúcar. En Europa, mientras tanto, algunos países impulsaron normas similares obligatorias, y en 2010 todo el gasoil europeo deberá contener un 10 por ciento de biodisesel.
AUNO 5-7-04 mar

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