La iniciativa impulsada por el Gobierno nacional a través del Plan Nacional de Drogas Prohibidas está enfocada desde un “falso eje que no ataca los problemas sociales de fondo”, y aparte “hacen falta medidas de inclusión” social, según coincidieron referentes de la “Madres contra el paco” y “El Palomar”, dos organizaciones sociales de Lomas de Zamora que trabajan en la recuperación de chicos con adicciones.
Cuestiones como la atención individualizada de los consumidores de drogas prohibidas, la apertura de centros de desintoxicación, la ayuda durante la abstinencia, la falta de acceso a la salud y la causa del inicio en el consumo “no son tenidas en cuenta en las políticas de salud actuales”, y el Plan Nacional de Drogas “tampoco las abarca”, según la directora de “El Palomar”, Gladys Madeddu.
Los principales puntos de la iniciativa presentada ayer por la Jefatura de Gabinete priorizan el derecho a la salud del consumidor, el combate de los grandes narcos y la despenalización de la tenencia para el consumo de estupefacientes.
Sin embargo, el Plan que busca “venderle a la sociedad la legalización como la forma más fácil de terminar con los adictos”, no protege al consumidor, afirmó Madeddu a AUNO: “Protección sería si paralelamente se implementaran campañas de prevención y explicación de lo que produce cada sustancia”, añadió.
Por su parte, en diálogo con esta agencia, una de las referentes de “Madre Contra el Paco” Alicia Romero coincidió en poner el énfasis en el aseguramiento de “la prevención y el acceso a la salud” y agregó que “es necesario llevar la atención en el narcotráfico y en el control de la venta de los precursores químicos” —como la efedrina—que facilitan la producción de drogas sintéticas.
Aún así, Madeddu cree que la sociedad “no está preparada para semejante medida” y asegura que el problema es que en el país “no hay políticas de salud ni intención de terminar con el problema”.
Quienes consumen drogas “son la consecuencia de una sociedad que excluye y discrimina y no se hace cargo de su responsabilidad”, sentenció Romero.
En esta línea, la representante de “El Palomar” remarcó la urgencia de rehabilitar al adicto en el momento preciso, ya que en la actualidad “el consumidor que desea recuperase debe pasar por una burocracia para ver si consigue lugar de tratamiento o no”.
A pesar de las críticas al proyecto, la referente de “Madres contra el paco” resaltó la necesidad de debatir seriamente la problemática: “Hoy en día los chicos que consumen paco no son tomados como enfermos; vemos a diario que los atienden mal o son discriminados”.
“Ahora la Justicia va a tener menos cantidad de expedientes”, ironizó Madeddu y concluyó que “el conflicto pasa por la cuestión de que se busca que determinada parte de la sociedad desaparezca”.
MC-RM
AUNO-02-09-09
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