La situación económica de los clubes del fútbol argentino es complicada por dónde se la mire. Ni siquiera Lanús, considerado una de las instituciones modelo junto con Vélez y Estudiantes, puede escaparse de esta encrucijada. Tal como lo reflejó AUNO la semana pasada, la institución de Guidi y Arias tiene un déficit operativo anual de casi cinco millones de dólares, aunque no registra deudas en la AFA.
Si es que la economía del “Granate” se encuentra estable, a pesar de todas las condiciones adversas que impone el fútbol en general, ello se debe a la política de gestión a largo plazo que realizan sus dirigentes. Un ejemplo: por la venta de Lautaro Acosta, en el 2008, la institución percibió once millones de dólares. Una cifra nada despreciable.
También por la negociación de José Sand le quedó una suma elevada en el haber: siete millones de dólares. El correntino fue comprado en 2007 por un millón y medio de dólares, lo que hace que la diferencia entre una operación y otra haya dejado un saldo más que positivo. Lo mismo sucedió con la incorporación a préstamo de Diego Valeri al Porto, de Portugal, por dos millones y medio de euros limpios. Números que en su conjunto significaron un fortalecimiento muy importante para las finanzas de la institución.
De todas maneras, en diálogo con esta agencia, el presidente Alejandro Marón no consideró que Lanús sea un club millonario. “Es que como todo equipo del fútbol argentino. Tenemos muchos gastos y por ejemplo, acá, los chicos de las Divisiones Inferiores tienen 30 contratos convencionales, cuyo sueldo es de 3.500 pesos por mes”, detalló.
Sin embargo, el “Granate” apuesta a esa “inversión”, que como está a la vista le dio buenos frutos en los últimos años. Siempre con la vista puesta en el largo plazo. “Por eso la institución sigue creciendo en infraestructura y servicios”, apuntó el dirigente e hizo referencia a la escuela y a las canchas de césped sintético que se inauguraron este año.
AUNO-11-08-09
NS-LDC
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