Con el fin de repudiar la baja de la edad de imputabilidad a 14 años y promocionar la movilización que harán junto con la CTA, el próximo 18 a la Plaza del Congresos, organizaciones sociales de Lomas de Zamora se movilizaron h asta Puente La Noria bajo la consigna: “Ningún pibe nace chorro”.
Durante la jornada, chicos y grandes bailaron al son de la murga, repartieron volantes, hicieron dibujos, pegaron fotos y colgaron pasacalles para “hacer entender” a las personas que “las condiciones no están dadas para la institucionalización o encarcelación” de los jóvenes, definió Gladys Madeddu, titular de El Palomar, una ONG que trabaja con chicos con adicciones.
Aunque el punto de encuentro era en una de las plazas linderas a Puente La Noria, sobre Camino Negro, apenas pasado el barrio 17 de Noviembre ya se divisaban pasacalles con la consigna. Llegado al lugar, en la parada del 188 Expreso otro cartel igual, con letras rojas y fondo blanco, llamaba la atención de cualquier persona.
A las 15.30 las agrupaciones El Palomar, Chicos del Sur y Che Pibe, de Lomas de Zamora, comenzaron con los preparativos. Unos 40 chicos y jóvenes y poco más de diez mayores con volantes, redoblantes, bombos y parlantes en mano comenzaron a organizarse, pusieron música y se dividieron en grupos que se ubicaron en distintos puntos.
Mientras, niños del jardín Che Pibe dibujaban y pintaban cuasi acostados en el piso, los que asisten a los talleres de fotografía de esa organización pegaron en postes y paredes producciones en las que muestran el barrio de Villa Fiorito y, los que conforman la murga de El Palomar, disfrazados de payasos y con ropas de colores le pusieron son a la tarde otoñal.
“El objetivo es mostrar la niñez”, apuntó a AUNO Dolores, una de las educadoras de Che Pibe, y explicó que el dibujo –-un muñeco de trapo con una pelota en una cárcel— de los folletos que entregaron tiene que ver con que, a través de ello, las personas entiendan que “no se puede encarcelar a un niño”.
Por su parte, Gladys Madeddu calificó de “vergonzoso” al intento de implementar una ley “sin los medios necesarios” y catalogó de “aberrantes” las situaciones a las que están expuestos los chicos institucionalizados, que “tienen que cuidarse de que no les peguen o los violen”.
Cuando el sol todavía no se había escondido, chicos y grandes se pusieron en ronda y, con los referentes de cada organización al frente, hicieron una suerte de reflexión en la que los jóvenes fueron los protagonistas. Contaron cómo fue su experiencia esa tarde y cuál fue la respuesta de las personas a las que les entregaron los volantes, ya que la actividad también consistía en explicar porqué estaban en ese lugar.
“Tuve que explicarle que los chicos tienen otras posibilidades y que si van a la cárcel salen peor, pero no lo entendió y se fue”, comentó una de las chicas en referencia a una de las personas que se manifestó en contra de esa actividad. No obstante, no todos respondieron de la misma manera, por ejemplo, Yanina, de 11 años, de Chicos del Sur, contó a AUNO que vio que “muchas personas” leían lo que les daban y que otras le dijeron que “está mal que los chicos vayan a instituciones, porque no es un lugar adecuado para ellos”.
“Que el lugar en el que estén se asemeje a estar en una casa de familia”, es lo que Daniela, una educadora de Chicos del Sur, auguró en caso de que algún joven debiera cumplir una pena, porque entiende que si un chico sale a robar, “la contención que le debería haber dado la familia no existió y eso tiene que ver con la falta de trabajo que hay”.
Por otra parte, otra de las actividades que habían planeado era pasar en una pantalla documentales realizados por los chicos de las distintas organizaciones, pero para las 18 los volantes ya se habían terminado y, felizmente, no había ninguno en el piso.
CP-AFD
AUNO-13-05-10
