Familias de pacientes y artistas del conurbano pintaron un mural en Burzaco en apoyo al Garrahan: «Todos necesitamos de este hospital»

Esta pintura es la primera de una serie que serán replicadas en distintos puntos del conurbano y la Ciudad de Buenos Aires. Las historias de las familias detrás de esta iniciativa.

«Siempre habrá un corazón Garrahan latiendo cerca», es la frase que pintaron en un mural ubicado en Carlos Pellegrini al 1000, a pocos metros de la estación de trenes de Burzaco, en el partido de Almirante Brown, para visibilizar la situación crítica que atraviesa ese hospital pediátrico.

Esta obra, que se materializó el pasado sábado 16 de agosto, es la primera de una serie que replicarán en otros puntos del conurbano y en la Ciudad de Buenos Aires, como parte de una campaña impulsada por Fileteadores del Conurbano y Soy Garrahan, un grupo de familiares de pacientes.

El mural que pintaron artistas y familiares de pacientes del Garrahan en Burzaco. (Foto: Camila Álvarez / AUNO).

«Esa frase significa que, aunque el hospital esté en capital, acompaña a niños y niñas de todos los barrios», explicó la artista Graciela Del Valle en diálogo con AUNO. Su hija fue atendida cuando tenía tres años porque le detectaron un virus que atacó su médula. «Veníamos de una obra social privada que no logró el diagnóstico y, gracias al Garrahan, pudo recibir la atención adecuada y salvar su vida«, explicó.

En ese sentido, Del Valle resaltó: «La idea del mural es visibilizar que hay un niño y una familia que fue asistida por el Garrahan en cualquier parte del conurbano. Incluso, hay madres que perdieron a sus hijos hace más de una década y hoy siguen en esta lucha porque saben lo que este hospital representa».

Una de las madres de un paciente del Garrahan que participó del mural. (Foto: Camila Álvarez / AUNO).

Para la pintura de Burzaco, las y los artistas utilizaron pinturas y materiales que compraron con la recaudación de rifas y colaboraciones voluntarias.

«Hoy vivo para defender al Garrahan»: las historias de las familias que luchan por el hospital

Karina Nieto es otra de las integrantes de la organización Soy Garrahan que participó del mural. Su hija, que tiene autismo sin lenguaje, llegó al hospital en marzo de 2024 por un cuadro de fiebre. Luego de una serie de estudios, los médicos detectaron un tumor de gran tamaño que había hecho metástasis y comprometía el pulmón

«Nos dijeron que el tumor era más grande que su abdomen, que iban a hacer una biopsia. Teníamos que esperar el nombre y apellido de ese tumor», contó. Dos semanas después, recibieron el diagnóstico de que era un tumor de Wilms metastásico avanzado

Nieto recordó el momento en que los médicos les dijeron que su hija no iba a sobrevivir: «Gracias al Garrahan tengo a mi hija viva. Todavía estamos en control por cinco años. Decir cáncer es como decir la muerte, entonces no sabemos de acá a cinco años si se puede volver a repetir. Hoy vivo para defender al hospital, tiene que ser nuestro«, enfatizó la mujer. 

Johanna Tricarico es mamá de Bruno, de cinco años, que padece neurofibromatosis tipo 1, una enfermedad genética que genera tumores en distintas partes del cuerpo. A los cuatro meses fue diagnosticado y, desde entonces, enfrenta un tratamiento complejo.

«A los 12 meses tuvo cuatro ACV isquémicos por su enfermedad de base», contó la madre. Si bien al principio fue atendido en el sistema privado, su historia dio un giro a los tres años, cuando descubrieron un glioma en el nervio óptico derecho.

Tricarico recordó que «un médico del sector privado me dijo que rece para que no creciera, porque si lo hacía podía perder la vista, tener daño cerebral o problemas hormonales». Al no conformarse con esa respuesta, acudió al hospital Garrahan, donde le informaron que no solo el tumor crecía desde el año de vida, sino que existían al menos cuatro tratamientos posibles. «Desde ahí, Bruno es parte de la familia Garrahan y no lo cambio por nada», afirmó.

Para la mujer, en el hospital «te atienden como persona y cada tratamiento está pensado para preservar la mejor calidad de vida posible». «Desde el médico hasta el personal de limpieza, todos están preparados y comprometidos con los niños. Los padres llegamos aterrados, pero ahí nos sostienen«, subrayó.

El mural fue realizado el sábado 16 en la ciudad de Burzaco. (Foto: Camila Álvarez / AUNO).

Con respecto a la situación actual del hospital y el anuncio de Javier Milei, que vetará a la Ley de Emergencia en Pediatría, ella fue contundente: «Le pediría al señor Presidente que venga un día al Garrahan, que vea cómo se trabaja. Ese lugar funciona como un reloj suizo. Que no lo toque, porque están muriendo muchos chicos por el recorte presupuestario«.

Bruno termina hoy su primera etapa de quimioterapia. «Si todo sale bien, en un mes pasará solo a controles», detalló su mamá con esperanza. «A cualquiera le puede tocar pisar el Garrahan. No importa si tenés obra social o no. La enfermedad no se elige. Hay que defender este hospital como lo defendemos nosotras, porque puede ser el hijo de cualquiera«, afirmó.

Otra de las madres María de los Ángeles Suárez relató la historia de su hijo Nahuel, que fue diagnosticado con leucemia linfoblástica aguda. Por la alta complejidad de la enfermedad, el tratamiento fue realizado en el hospital, donde el chico luego murió. A pesar del dolor, su madre decidió transformar ese proceso en una acción solidaria. 

«Hacemos campañas de donación de sangre con el Servicio de Hemoterapia para hacer colectas externas», explicó. Las campañas tuvieron lugar en el Hospital Garrahan, pero también en otras instituciones como el Clínicas, el Posadas y la Casa Cuna.

«Soy Garrahan», una de las organizaciones que participó del mural. (Foto: Camila Álvarez / AUNO).

Suárez aseguró que una persona «jamás está preparada para perder a su hijo». «Es el dolor más grande que cualquier ser humano pueda tener. Lo que hacemos es acompañar y devolver todo el amor al difundir la importancia de donar sangre y registrarse como donante de médula«, explicó Suárez. 

Ella recordó que su hijo Nahuel, cuando estaba en tratamiento, le había expresado que quería estudiar medicina para continuar con la investigación de su enfermedad y así ayudar a otros pacientes

“El mural es maravilloso. Ojalá los vecinos pasen, giren la cabeza y sepan que directamente e indirectamente en algún momento de nuestras vidas podemos llegar a necesitar el hospital«, cerró.

AUNO-21-08-2025

CA-MB

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