En el Día Mundial del Riñón, el Ministerio de Salud de la Nación presentó el Programa de Abordaje Integral de la Enfermedad Renal Crónica Avanzada para promover la detección, estadificación, registro y cuidado integral de personas con enfermedad renal crónica, dolencia que en Argentina padecen casi 5 millones de personas y se estima que sólo 1 de cada 10 lo sabe.
El programa, nacido a partir de un convenio suscrito por el INCUCAI y la Sociedad Argentina de Nefrología, prevé la creación de Consultorios de Enfermedad Renal Crónica Avanzada (CERCA) en hospitales seleccionados que serán conformados por equipos transdisciplinarios y funcionarán como “herramienta organizativa capaz de tomar contacto con la enfermedad renal de manera precoz para poder mejorar la calidad de acceso en tratamiento sustitutivo cuando sea necesario”, detalló el titular de INCUCAI, Carlos Soratti, en el lanzamiento.
Lecciones de la pandemia
El presidente de la Sociedad Argentina de Nefrología, Carlos Bonanno, señaló que “la experiencia de la pandemia visibilizó la situación de los pacientes renales” por lo que se debe «tomar esa experiencia para fortalecer el sistema”, se informó en un comunicado.
En esa línea, el médico nefrólogo y director médico de Fresenius Medical Care Argentina, Marcelo Puddu, detalló a AUNO que los problemas que se generaron para los pacientes de enfermedad renal crónica durante la pandemia fueron de varios orígenes, ya que «es una población de muy alto riesgo, porque tienen generalmente muchas comorbilidades».
La pandemia resultó «crítica» para los pacientes en diálisis ya que la mortalidad de ese grupo fue del 25 por ciento, es decir que «uno de cada cuatro paciente que se infectaba terminaba con enfermedad grave o falleciendo», manifestó.
Esta enfermedad, explicó el médico, es de lenta evolución –puede tarda años en llegar a las etapas más avanzadas– y el problema es que en estadios iniciales no da sintomatología, por lo que para un diagnóstico temprano «es necesario hacer un chequeo de salud periódico».
«Es una enfermedad tan frecuente y tan sencilla de prevenir como difícil de tratar una vez que avanza. Queremos alentar a la población a que adopte una dieta, actividad física y estilos de vida más saludables para mantener una buena salud renal, y concientizar para que se hagan chequeos de salud periódicos», aseguró.
Los tratamientos disponibles dependen del grado de enfermedad renal que tengan las personas, pero remarcó que hay factores de riesgo como el sedentarismo, hábitos de fumar, no llevar una dieta saludable y las comidas ultra procesados que suelen tener conservantes.
Las cifras de la enfermedad renal
El 12,7 por ciento de la población adulta (mayores de 18 años) padecería Enfermedad Renal Crónica en alguno de sus estadios, y el 2,7 estaría cursando la Enfermedad Renal Crónica Avanzada (ERCA) (estadíos 3b, 4 y 5), según datos de la Encuesta Nacional de Nutrición y Salud 2018-2019.
De esta población, el sistema sanitario tiene nominalizados y registrados en el Sistema Nacional de Información de Procuración y Trasplante de la República Argentina (SINTRA) únicamente a los pacientes que se encuentran en diálisis crónica y/o en lista de espera para trasplante.
Solo el 19 por ciento de los pacientes en diálisis crónica se encuentran inscriptos en lista de espera para trasplante, y en el caso particular de la población con cobertura pública exclusiva únicamente el 13 por ciento, de acuerdo a la información brindada por el SINTRA.
Por otra parte, la información brindada anualmente por el Registro Argentino de Diálisis Crónica (RADC), respecto a las condiciones clínicas con que llegan los pacientes con ERCA a la diálisis crónica, da cuenta de la falta de atención oportuna por parte de los servicios sanitarios y el condicionamiento para las perspectivas del éxito terapéutico a lograr.
Asimismo, el registro pone en evidencia la falta de desarrollo de la diálisis peritoneal y la limitada exploración del trasplante preventivo en el país.
AUNO-10-3-23
MC-SAM
