La norma, que había sido aprobada por la Cámara de Diputados en mayo de este año, establecerá desde ahora que cada uno es quien decide el destino de sus órganos una vez ocurrida su muerte, en lugar de su familia, como venía ocurriendo.
Quienes no quieran ser considerados donantes deberán desde ahora brindar una negativa expresa, que deberá constar en su documentación.
La iniciativa involucra a todos los mayores de 18 años, quienes, en caso de no haberse pronunciado negativamente, podrán ser considerados donantes.
Con la entrada en vigencia de la ley, se modificó una norma que regía desde 1993, y que consideraba que, para ser tomado como donante, cada persona debía haber manifestado previamente su voluntad de hacerlo.
La ley fue aprobada en el Senado tras un tratamiento de menos de una hora, en una sesión que contó con la presencia del responsable de la iniciativa, el ministro de Salud, Ginés González García.
El funcionario, en declaraciones periodísticas, evaluó que con la ley, “se podrán salvar más vidas y acortar esa enorme lista de espera que actualmente está en seis mil personas”.
Sobre este punto, puntualizó que dos personas mueren por día entre quienes se encuentran en esas listas.
La sesión también fue seguida por una importante cantidad de personas que permanecen aguardando un órgano para ser transplantados.
Ahora, en cada trámite realizado ante el Registro Nacional de las Personas, los funcionarios deberán preguntar explícitamente si no están de acuerdo con que sus órganos sean donados.
Este consentimiento o negativa, deberá quedar registrado en los documentos nacionales de identidad.
El Senado aprobó la ley del donante presunto
La Cámara de Senadores aprobó ley de «ablación y transplante de órganos», por lo que, una vez que entre en vigencia, toda persona que no manifieste lo contrario será considerada como donante