(AUNO) El Comité Técnico y Comunitario de Salud Humana Ambiental fue creado a mediados del 2004 y funciona en el Hospital Argerich de la Ciudad de Buenos Aires, ante la demanda de los vecinos de los barrios de La Boca y Barracas fundamentalmente, que padecen diversas patologías originadas en la contaminación y no cuentan con un servicio especialmente diseñado para enfrentar esta problemática.
“La iniciativa parte de la comunidad y está orientada a obtener una respuesta institucional” comentó la jefa del Área Programática del Hospital Cósme Argerich, la doctora Teresa Batallán.
La médica puntualizó que “ya estamos en condiciones de institucionalizar y ordenar las instancias de detección, prevención, capacitación y asistencia de las enfermedades de origen ambiental”
Batallán remarcó la necesidad de “trabajar en forma interdisciplinaria y con apoyo del Ministerio de Medio Ambiente de la ciudad, para conformar un equipo epidemiológico que cuente con una red de laboratorios y estudios complementarios que diagnostiquen desde distintas áreas las patologías ambientales y sus causas”.
“El protocolo fue presentado hace una semana ante el Ministerio) de Salud de la Ciudad y esperamos una respuesta que justifique los esfuerzos realizados en los últimos dos años, en los que se hizo un trabajo no convencional y en terreno, conjuntamente con organizaciones barriales” informó Batallán a la Agencia Universitaria de Noticias y Opinión (AUNO).
En el mismo sentido se expresó la Coordinadora del Programa de Salud Ambiental de la Secretaría de Salud, Silvia Ferrer, quien explicó que en la zona del Polo Petroquímico Dock Sud los controles toxicológicos son escasos e inadecuados”.
Ferrer, consultada por AUNO, advirtió que en la zona del Riachuelo “no se aplican políticas de saneamiento básico” y que “la pobreza sumada a la ausencia de cloacas y agua potable provocan diversas enfermedades dermatológicas, alérgicas y respiratorias”
La médica afirmó además que “un gran porcentaje de los habitantes de Villa Inflamable”, en Dock Sud, tienen en la sangre plomo, mercurio y benceno en cantidades mayores a las de referencia tolerables por el organismo humano”.
“A esta precariedad sanitaria hay que sumarle los accidentes químicos como los incendios, que volatilizan las sustancias tóxicas” indicó la profesional.
Los vecinos de los barrios porteños de La Boca, Barracas y San Telmo, y de Dock Sud, en Avellaneda, nucleados en distintas organizaciones no gubernamentales, colaboran con el Comité en la confección de un mapa de riesgo.
Promueven además diversas actividades destinadas a “denunciar los graves problemas de contaminación ambiental generados por el Riachuelo y lo poco o nada que se ha hecho para resolverlo”, como aseguro el presidente de la Asociación de Vecinos de La Boca (AVLB), Alfredo Alberti.
Días atrás, al conmemorarse el Día Internacional del Agua, se realizó una marcha simbólica con la participación de alumnos de 16 colegios de los barrios afectados, que culminó con la representación de una obra de teatro alusiva a esta problemática, en la calle Caminito. En esa oportunidad, Alberti destacó que “hay que tomar conciencia y difundir la gravedad de un problema al que los funcionarios del gobierno nacional, provincial y municipal le dan vuelta la cara”
El dirigente vecinal, al explicar que la consigna de la movilización de vecinos fue“El Riachuelo, fuente de vida y de trabajo”, argumentó que “es imprescindible que se tomen medidas de saneamiento urgentes porque el Riachuelo enferma”.
AUNO 03.04.06 GRB