(AUNO-Tercer Sector*) La iniciativa establece que todas las personas mayores de edad podrán solicitar tanto en los hospitales de todo el país como en las empresas de salud prepaga y obras sociales que les practiquen una cirugía anticonceptiva sin un permiso judicial ni indicaciones terapéuticas.
“Toda persona mayor de edad tiene derecho a acceder a la realización de las prácticas denominadas ‘ligadura de trompas de Falopio’ y ‘ligadura de conductos deferentes o vasectomía’ en los servicios del Sistema de Salud”, establece el artículo 1 del proyecto. Si se convierte en ley, las personas mayores de 21 años podrán solicitar en los hospitales públicos que les efectúen gratis una ligadura de trompas de Falopio o una vasectomía. Y sólo deberán dar su “consentimiento informado” como “requisito previo inexcusable”, según explica la iniciativa. Es decir, no necesitarán un permiso judicial como el reciente caso de Gloria Yaputa, la madre salteña de cuatro hijos y desempleada, que consiguió que la Corte Suprema de Justicia la autorice a someterse a una contracepción quirúrgica.
De aprobarse, como se espera en menos de un mes, pondrá fin a la desigualdad que sufren las personas sin recursos, ya que en las clínicas estas intervenciones se practican sin un permiso judicial ni indicaciones terapéuticas. Por esto, las organizaciones defensoras de los derechos de la mujer esperan que la postura de los diputados sea ratificada por el Senado.
“Es necesario que sea aprobado para ponerle fin a la discriminación que sufren las personas pobres que asisten a los hospitales, porque en las clínicas las vasectomías y las ligaduras ya son practicadas para las personas que pueden pagarlas”, sostuvo Mabel Bianco, presidenta de la Fundación de Estudio e Investigación para la Mujer (FEIM), consultada por AUNO-Tercer Sector.
En la misma línea, Cecilia Lipszyc, titular de la Asociación de Especialistas Universitarios en Estudios de la Mujer (Adeuem) opinó sobre el proyecto: “Tiene que ser aprobado para que haya equidad para todos los argentinos, porque hoy, sólo las personas que pueden pagar se pueden someter a estas intervenciones en las clínicas”.
Monique Altschul, de Mujeres en Igualdad (MEI), se quejó de que la propuesta no contemple la gratuidad de las operaciones para las personas que elijan recuperar su fertilidad. “Hubiéramos preferido que la reversibilidad también sea gratuita, pero como son más costosas no fueron incluidas, aunque esperamos que más adelante a través de un decreto del Poder Ejecutivo sean agregadas”, agregó.
La ex diputada Maria José Lubertino, presidenta de la Asociación Ciudadana por los Derechos Humanos (ACDH), recordó que la habilitación de la anticoncepción quirúrgica “es una lucha de los movimiento de mujeres, desde más de 10 años, para resolver una situación de injusticia, al permitirle a las mujeres de escasos recursos poder acceder en forma gratuita en los hospitales públicos o en la obras sociales a un método anticonceptivo más, que ya está permitido en diez provincias”.
En tanto, para Martha Rosenberg, del Foro por los Derechos Reproductivos “cuando se sancionó en 2002 la ley que creó el Programa Nacional de Salud Sexual se excluyó la ligadura de trompas y la vasectomía y se creó un déficit que debe ser resuelto”. En aquel entonces, tras un efectivo lobby de la Iglesia estos métodos fueron dejados de lado. En sintonía con el resto de las ONGs feministas, Rosenberg apoya la ligadura tubaria como un método anticonceptivo más “siempre que no afecte la salud de las mujeres y sea voluntario”, apuntó.
Lipszyc refutó el argumento de la líder del ARI, Elisa Carrió, y de la Iglesia que sostienen que estos dos métodos de contraconcepción no garantizan la reversibilidad. “Hay una reversibilidad del 70 por ciento, según datos que surgen de los consejos profesionales de la salud”. La ex diputada apuntó que en “en Río Negro 350 mujeres se ligaron las trompas, de las cuales la mayoría tienen más de 35 años y varios hijos y muy pocas se arrepintieron”. Para Bianco, “el proyecto sólo facilita elegir un método anticonceptivo más y de ninguna manera obliga a nadie a ligarse las trompas o a someterse a una vasectomía”, mientras que Altschul señaló que “las personas que deciden someterse a una ligadura tubaria son personas que con 10 hijos o más hijos y ya no quieren tener más hijos, por esto, no habrá muchos casos de personas que quieran revertir infertilidad”.
Uno de los interrogantes que se plantea con el proyecto es si los centros de salud están en condiciones de llevar adelante estas prácticas. “Los hospitales están en condiciones de realizar estas operaciones porque estas intervenciones casi no tienen costos al formar parte de las cirugías que ya se realizan en los hospitales, y además no requieren nada especial”, sostuvo Lubertino. Por su parte, Lipszyc agregó que “los mismos médicos que en hospitales públicos no realizan estas operaciones al no haber una ley nacional, en los consultorios privados sí las practican”.
De acuerdo a cifras oficiales, en su mayoría, son las mujeres quienes optan por someterse a una esterilidad permanente. “Los hombres temen que haciéndose una vasectomía ponen en duda su falo, pero esto no verdad, ya que pueden seguir gozando de sexualidad una vez operado”, consideró Lubertino.
Según el artículo 5 del proyecto, los interesados también podrán pedir en las obras sociales y las empresas de medicina prepaga que les practiquen sin cargo la cirugía, por esto las empresas sanitarias “tienen la obligación de incorporar estas intervenciones a su cobertura de modo tal de que resulten totalmente gratuitas para el beneficiario”. El proyecto aclara que las adolescentes necesitarán una indicación terapéutica y un permiso judicial.
La ley 17.132 de Ejercicio Profesional de la Medicina establece que los médicos no están habilitados a efectuar cirugías que puedan ser esterilizantes, salvo que haya razones médicas, ya que el Código Penal, considera a la esterilización una “lesión grave”. No obstante, la ligadura de trompas, que produce esterilidad permanente en la mujer al impedir el paso del ovulo al útero, y la vasectomía, que es una operación que obstruye el paso de los espermatozoides, pueden ser reversibles.
Aunque en la en la Ciudad de Buenos Aires y en las provincias de Santa Fe, La Pampa, Chaco, Neuquén, Chubut, Río Negro y Tierra del Fuego, entre otras, estos métodos anticonceptivos son legales, se exige siempre que haya una indicación terapéutica.
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Cómo contactarse
Fundación de Estudio e Investigación para la Mujer
Teléfono: 4372-2763
Correo electrónico: feim@ciudad.com.ar
Foro por los Derechos Reproductivos
Teléfono: 4804-9824
Correo electrónico: foroddrr@abaconet.com.ar
Asociación de Especialistas Universitarios en Estudios de la Mujer
Teléfono: 4791-6781
Correo electrónico: adeuem2004@yahoo.com
Asociación Ciudadana por los Derechos Humanos
Teléfono: 4813-2654
Correo electrónico: acdh@netizen.com.ar
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Agencia Universitaria de Noticias y Opinión
Revista Tercer Sector
Fuerte apoyo a la ley de anticoncepción quirúrgica
La media sanción de la ley que permite la ligadura de trompas y vasectomía en centros de salud públicos y privados sin permiso judicial, es analizada por las ONGs como un paso para poner fin a la desigualdad entre las personas de diferentes clases sociales. Sin embargo, se objeta el vacío que dejaría la nueva la ley cuando se solicite la reversibilidad .