Federico Crivelli, arquero y capitán del Club Atlético Temperley, demostró que no sólo aparece cuando su equipo lo necesita para defender los tres palos del Gasolero sino que, en medio de la crisis por la pandemia de coronavirus que vive la Argentina, el “1” siempre responde.
“Mis suegros tienen un local y yo colaboro como delivery para ayudar a las personas de mayor riesgo que no pueden salir de la casa y están en cuarentena, sobre todo los mayores. Mi suegro es uno de ellos y por eso le di una mano”, comentó el golero, en charla con AUNO.
Crivelli contó que, “una vez que se cierra el local al mediodía”, sale a repartir con el auto “para la gente que lo necesita”. “Durante el día, tomamos los pedidos y después salgo a entregarlos junto a un amigo en el auto. Tenemos el permiso para repartir y por eso tratamos de dar una mano”, agregó.
“A veces se piensa que solamente se puede ayudar solo con dinero pero aportar tu granito de arena ya es muchísimo para esta difícil situación que vivimos. Por eso, necesitamos de ese pequeño granito de todos para colaborar”, explicó.
En relación al encuentro con la gente, el arquero señaló que son “con buena onda” más allá de los que son hinchas. “Muchos se te ponen a hablar porque quieren charlar con otra gente que no sea la de su casa. Se hace un poco más largo pero hay gente muy copada, inclusive algunos te piden una foto pero siempre de lejos”, comentó.
Por otra parte, el “1” del Celeste se refirió a la iniciativa que tuvo el club para la gente en situación de calle: junto al Municipio de Lomas de Zamora y a la organización “No seas Pavote”, el Gasolero equipó la sede central del club para albergar a las personas que se encuentren sin un hogar en este difícil momento.
“Temperley es una familia. Es un club que siempre está al pie del cañón ante cualquier urgencia que se presente. Es algo muy valorable. Cada vez que puede, ya sea recibiendo gente o con lo que haga falta, el club te da una mano”, recalcó.
El capitán del Celeste, en relación al fútbol, sostuvo que “es difícil” poder mantener el ritmo físico ante el parate del torneo, aunque intentan que se pueda llevar a cabo “de la mejor manera”. “Uno está acostumbrado a entrenar, por eso al principio estábamos algo desorientados. Pero con el profe vía Skype nos mantenemos conectados a pesar de que la pandemia nos obligó a separarnos”, concluyó, en contacto con este medio.
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NB-SAM
