Lomas de Zamora, junio 2 (AUNO)- La cantidad de hogares en la Argentina con déficit de acceso a redes de agua potable se redujo de manera importante entre 2004 y 2010 en la Argentina. Según datos del Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA) al inicio del período 18,6 por ciento de las viviendas del país no tenía agua corriente, mientras que en 2010 ya se había reducido al 10,3 por ciento.
No obstante, el estudio indica que las mejoras de infraestructura n fueron beneficiando de manera pareja a toda la población.
“Los hogares ubicados en el área metropolitana del Gran Buenos Aires mantuvieron a lo largo del periodo niveles de déficit más
elevados que los de las ciudades del interior, hecho que se debe en gran parte a la proliferación de una cantidad de viviendas en asentamientos informales ubicados en el aglomerado urbano mencionado”, indica el informe.
En tal sentido se señala que “en contraposición con esto, hacia el final de la serie los grandes centros urbanos del interior del país llegaron casi con la totalidad de sus hogares conectados a la red de agua corriente (99,6 por ciento)”.
El trabajo indica que el 25 por ciento de los hogares más pobres del país se redujo la falta de redes de agua del 42 al 22,8 por ciento, mientras que en cuarto más rico decayó del 2,4 al 0,7 por ciento. Actualmente, la falta agua corriente en el Gran Buenos Aires afecta al 12,9 por ciento, mientras que en el resto de los aglomerados urbanos del país solo afecta al 0,4 por ciento de las viviendas.
El informe del Observatorio de la Deuda Social adierte que “mientras que el estrato social más alto disminuyó el déficit de
acceso al agua de red a razón de una tasa del 71,1 por ciento, el conjunto de hogares más pobres sólo redujo el indicador un 45,7, con lo que la brecha entre ambos se ensanchó ligeramente”.
“Debe tomarse en consideración que los sectores con mayores recursos sustituyen la carencia de conexión a la red con agua embasada, algo que resulta por demás costoso para los sectores menos pudientes. La disponibilidad de agua potable mejorada y de saneamiento incide en forma directa en la calidad de vida de la población”, señala el reporte.
El trabajo indica que “el déficit de acceso a agua corriente tiene un efecto epidemiológico sumamente negativo afectando fundamentalmente a los más pobres, quienes sufren su falta de conexión total o muchas veces, en caso de contar con ella, reciben un suministro de menor calidad que conlleva efectos nocivos para la salud”.
AUNO 02-06-2010
CGL