Vía libre para sancionar la Ley de Biocombustibles

El proyecto que establece que todos los combustibles deben contar en su composición con un porcentaje de aceites vegetales puede convertirse en ley esta semana, si lo aprueba la Cámara de Diputados.

Por Martín Glade

(AUNO) El proyecto de Ley de Biocombustibles establece en su articulado que en un plazo a definir, todos los combustibles deberán contar con un porcentaje de aceites vegetales. Esta situación, que ya se aplica con distintos matices en las naciones más desarrolladas, es beneficioso para el medio ambiente ya que su uso genera menos contaminación por “cortarse” el combustible elaborado con hidrocarburos con aceites no conatminantes.
El proyecto original fue presentado el año pasado en el senado por el radical Luis Falcó, quien contó con un casi inédito apoyo de todas las bancadas para avalarlo, e incluso el vicepresidente Daniel Scioli, titular del cuerpo, fue uno de sus principales impulsores.
Entre los considerandos de la norma se establece, avalado por distintos estudios, que los biocombustibles son una fuente de energía renovable y emiten menos gases perjudiciales para el ambiente.
La iniciativa planea lograr que en cuatro años el gasoil deba aparecer en los surtidores de manera obligatoria en su elaboración con un 5 por ciento de biodiesel, logrado principalmente a partir de la soja. Lo mismo se estableció para las naftas, aunque de etanol, que se obtiene en base al maíz o la caña de azúcar. Sin embargo, en relación al uso del maíz existieron diferencias, por lo que no se sabe cómo sería aprobada finalmente la norma.
Además, la ley establece que quienes desarrollen este tipo de combustibles conseguirán beneficios fiscales por un período de hasta 15 años “#8220;exención de IVA o tasa de combustibles-, lo que permitiría que llegue al consumidor final a un precio razonable en relación a los tradicionales.
El tema logró el miércoles pasado un importante espaldarazo en la Cámara de Diputados, responsable de convertirlo en ley en caso de que no surjan modificaciones de importancia, a partir de la reunión plenaria de las comisiones de Agricultura, Energía, Defensa de la Competencia, Industria y Ciencia y Tecnología.
A partir de ese paso, fuentes legislativas aseguran que el proyecto podría ser tratado y aprobado en la próxima sesión, prevista para el miércoles.
El tratamiento en Diputados se produjo unos días después de que el ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, firmara en Austria un convenio con la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (ONUDI), para la “realización de un Programa Nacional de Desarrollo del Hidrógeno y los Biocombustibles”.
Al firmar el acuerdo acompañado por el subsecretario de Energía y Combustibles, Cristian Folgar, De Vido resaltó que el objetivo del país es que en un futuro la quinta parte de la energía generada provenga de fuentes renovables, entre las que incluyó la eólica y la basada en el hidrógeno.
En su momento, al fundamentar su iniciativa, el autor del proyecto había resaltado que “a nivel mundial está tomando fuerza desde hace varios años un nuevo paradigma energético motorizado por las energías alternativas”.
“En el corto y mediano plazo, la necesidad de contribuir a las metas de reducción de los denominados gases de efecto invernadero, como forma de mitigación de las negativas consecuencias del cambio climático, y en el largo plazo la necesidad de encontrar combustibles sustitutos frente a la creciente escasez del petróleo, han generado en los países más desarrollados, la creciente participación de los biocombustibles”, añadió Falco.
El tema de los biocombustibles es política de estado en muchos países y, por ejemplo, en muchas naciones de Europa se estableció que a partir del 2010, todos los combustibles deberán contar con un porcentaje de corte, de alrededor del 10 por ciento.
La ley fue fuertemente impulsada por el campo ya que, más allá de la menor contaminación que genera su uso, los biocombustibles permitirán un nuevo destino para la cosecha de los principales cultivos del país, como la soja y el maíz, con la consiguiente mejora de precios.
AUNO 25-04-05

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