Una investigación que derivó en un bien colectivo

Patricia Rodríguez contó sus motivaciones para escribir la historia de la militancia en Lomas de Zamora, sus inicios en la investigación y el por qué de su negativa a tomar la palabra durante la presentación de su último libro, “La osadía de construir poder popular”.

Lomas de Zamora, noviembre 29 (AUNO).- Luego de la presentación de su último libro, “La osadía de construir poder popular”, la autora Patricia Rodríguez charló con AUNO en medio de firmas de ejemplares, agradecimientos y saludos. No subió al escenario donde se habló sobre su trabajo. Es que “yo no era ninguna protagonista. Los verdaderos protagonistas eran otros”, se excusó.

Durante tres horas eligió evadir las miradas, los flashes de las cámaras y los aplausos. Rodríguez no quiso recibir crédito alguno. “El libro es más bien una búsqueda personal que derivó en un bien colectivo. Es racionalizar aquello (en referencia a las desapariciones forzadas) que no sólo eran emociones”, definía a la par de más autógrafos, pedidos y saludos.

“Cuando sucedió lo del golpe, —continúa— yo tenía 15 años. Yo era feliz en esos tiempos, no podía entender por qué el resto no.”

En 1983, con la vuelta de la democracia, Patricia comenzó a “juntar información en tiempos libres, ‘pateando’ (caminando) los barrios con grabador en mano”, explica con el bajo perfil que mantuvo durante las casi tres horas que duró la presentación de su libro, al que le encomienda una tarea no muy sencilla: “Entender el pasado desde el respeto a las diferencias”.

La investigación no tiene un propósito comercial, ni busca reconocimientos públicos, lo que queda demostrado cuando cuenta el día que la incentivaron a pasar de papeles personales a un libro para la comunidad: “’Vos tenés tanta información que ya no te pertenece. Ahora es de todos’, me dijo un día una persona, y ahí comprendí qué era lo que tenía que hacer”.

Cuando se le preguntó acerca de su profesión como docente de la Escuela Técnica Nº3 y la manera en la que traslada la historia de los años 70 a las aulas, cuenta con simpleza su rebeldía: “En la década del 90 era muy complicado enfocar estos temas, ya que muchos padres se quejaban de que hacíamos política. De todas maneras, yo les explicaba a los alumnos, sabiendo de las reprimendas”.

En ese contexto institucional que propiciaba el olvido, Rodríguez llevaba textos de Haroldo Conti, Rodolfo Walsh, y otros autores detenidos-desaparecidos, además de mandar de tarea un “relevamiento territorial, para que los alumnos consultaran en sus casas, en sus barrios sobre los casos de personas que habían sufrido el mismo destino”.

PT-AFD
AUNO-29-11-10

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