Una escuela sin grados

En el conurbano sur bonaerense, un colegio estatal trabaja con un programa educativo alternativo para evitar las desigualdades sociales dentro de las escuelas.

(AUNO-Educación*).- La EGB Nº 57 de San Francisco Solano, provincia de Buenos Aires, desafía los métodos tradicionales de educación escolar al implementar una alternativa pedagógica en donde los alumnos evolucionan de acuerdo a sus capacidades individuales con un seguimiento personal por parte de los docentes.
Los directivos de la escuela señalaron que la idea principal del programa es “respetar los tiempos individuales de cada uno de los alumnos”, y aclararon que eso no se logra si no hay “un seguimiento continuo por parte de los docentes ya que deben estar absolutamente conscientes de lo que el chico sabe para poder encaminarlo hacia nuevos aprendizajes”.
La escuela se organiza en tres ciclos o bloques alfabetizador, nivelador y tercer ciclo y cada uno de ellos se corresponde con las tres etapas de la EGB.
La forma de evaluación es la misma que utiliza cualquier escuela: exámenes y trabajos prácticos grupales e individuales; sólo que los docentes de la 57 colocan el foco de atención en los procesos de desarrollo y en la apropiación de los contenidos que hacen los alumnos para decidir cuándo un chico está preparado para pasar al bloque siguiente.
A su vez, cada uno de los bloques se divide en tres niveles en donde el método de evaluación para pasar de uno a otro es el mismo que se aplica en los ciclos: el avance y el manejo que el alumno tiene sobre los contenidos dados durante la cursada.
La psicopedagoga Marcela Rodríguez, que forma parte del proyecto desde 1992, comentó que además de los bloques trabajan con dos “grupos abiertos” que reúnen a chicos con desfasaje de edad y pedagógico.
Más allá de los tiempos de cada chico, el alumno no puede pasar al boque siguiente si no tiene la edad mínima que impone la legislación. En caso de que eso suceda, el maestro contiene al joven dándole más contenidos para no estancar su desarrollo y aprendizaje.
La directora de la escuela, Viviana Pérez, explicó que la institución “trabaja con la idea de promoción desde el cual se le da importancia a la contención de las diferencias en los ritmos y modos de construir los conocimientos de los alumnos, por lo que la heterogeneidad grupal y del conocimiento es fundamental en el desarrollo del proyecto”.
Sobre la posible aplicación del programa en otras escuelas, Pérez explicó que “se ubica en un lugar distinto de pensar al otro, o sea al alumno, y de mirar de otra manera las prácticas pedagógicas que contemple la complejidad de la misma. No podemos decir que la forma que hemos construido deba replicarse tal cual, sí consideramos necesario replantearse la función y las practicas de escolarización”.
La EGB 57 nació en 1991 aprobada por el Ministerio de Educación en 1995 tras el planteo de los docentes de encontrar respuestas alternativas al único modelo educativo que existe en la actualidad. “En 1991 la preocupación por el alto grado de fracaso escolar repitencia y deserción llevaron al conjunto de docentes a cuestionar su práctica en general y la función de la escuela, e intentaron pensar una propuesta pedagógica diferente”, recordaron sus directivos.
“El actual desafío del programa dijo Viviana Pérez está abocado a elevar la calidad de los aprendizajes, por lo que se ha pensado en la construcción de grupos denominados abiertos, los que en pocas palabras podríamos describir como aquellos que están abiertos a los contenidos del bloque, en los que se respeta los conocimientos, las necesidades, los tiempos y posibilidades de cada alumno y se busca potenciar su proceso de construcción del conocimiento.”
Según demuestran las autoridades de la escuela, los actuales índices de fracaso escolar dentro de la institución se han reducido de manera significativa en comparación con los existentes al comienzo del proyecto. “Consideramos haber demostrado que la escuela pensada como un contexto sociocultural y no natural del sujeto, desde el respeto a la diversidad, de tiempos y modos de aprendizaje, es una respuesta al problema de “#732;fracaso escolar”#8482;”.
En la actualidad, los docentes están trabajando en un proceso de reformulación didáctica a través de encuentros reflexivos con un grupo de especialistas de la Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires; integrantes del grupo de trabajo que dirige Ricardo Baquero.

* Agencia Universitaria de Noticias y Opinión.

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