(AUNO-TERCER SECTOR*) Estefanie tiene 11 años y un deseo: quiere limpiar el Riachuelo. Pero eso no es todo, también quiere “que haya luz, más policía, más seguridad, más comedores”, y la lista sigue. Es una de las tantas chicas y chicos que quieren un barrio distinto. Ella forma parte de una nueva generación de niños criados entre cacerolazos, corralitos y piquetes que no pide simplemente “que se vayan todos”, sino que quiere participar desde su escuela para cambiar al menos un poco el estado de las cosas.
Por eso, el Consejo de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes de la Ciudad de Buenos Aires, junto a otros Organismos No Gubernamentales (ONGs), como UNICEF, los comedores Los Pibes del Playón y El Cacerolazo, la Asociación Cristiana de Jóvenes, entre otras, está generando un espacio que hasta ahora estaba disponible solo a los adultos. Se trata de la creación de los Consejos de Niñas y Niños que ayuden a promover, desarrollar y garantizar el ejercicio de sus derechos en una práctica democrática inédita en la ciudad de Buenos Aires.
“El objetivo es armar un ámbito propio de los chicos y garantizar de esta manera uno de los derechos más importantes, que es el derecho a la participación. Otro fin es que los chicos discutan y hagan propuestas vinculadas a qué ciudad quieren, cómo debe ser el barrio en el que están viviendo”, explicó la presidenta del Consejo, María Elena Naddeo. De hecho, cada asamblea de chicos funcionará como un taller de ideas y propuestas acerca de las necesidades del barrio.
El sábado, en el polideportivo 9 de Julio Sur, de La Boca, con una fiesta propuesta por los chicos se dio fin a la fase experimental del proyecto, que había comenzado en ese barrio en diciembre del año pasado y que se consolidó con la constitución del Grupo Promotor del Consejo. “Nos interesó La Boca porque representa un barrio con características muy particulares dentro del espacio urbano de la ciudad. Queremos aprovechar este ámbito para que los chicos puedan canalizar sus preocupaciones y necesidades”, comentó a AUNO-Tercer Sector Martín Deluqui, representante de UNICEF y uno de los coordinadores del programa “Buenos Aires, Ciudad Amiga de los Niños”. Por su parte, el delegado comunal del Centro de Gestión y Participación 3 (CGP3), Daniel Porta, agregó que La Boca es el barrio “con mayores necesidades de la ciudad pero con gran capacidad asociativa”.
Previamente, en el norte de Rosario hace cuatro años se afianzó con éxito un programa de similares características con ideas que se pudieron concretar: “Una de las primeras propuestas que llevó a cabo este grupo de chicos fue hacer un Día del Juego y la Convivencia. La llevaron al Legislativo y la aprobaron como una instancia en que todos los primeros miércoles de octubre se celebra ese Día, y en toda la ciudad se participa colectivamente con actividades recreativas”, se entusiasmó el coordinador de UNICEF esperando que en La Boca el Consejo tenga una repercusión similar.
Después de la conclusión de esta primera fase, el Grupo Promotor se encargará de difundir este proyecto entre las escuelas y ONGs para luego dar lugar en un mes y medio a la segunda convocatoria donde se elegirán los delegados que participarán del Consejo, integrado por alrededor de 80 chicos de entre 8 y 12 años. Serán tres por colegio más un titular y un suplente por un período de 2 años, según la experiencia de Rosario, aunque el reglamento porteño puede modificarse en función de los tiempos de los chicos.
Los organizadores del programa tienen previsto llevar esta iniciativa gradualmente a los barrios de Once, Devoto y Lugano como expansión de la experiencia boquense, ya que ven a este proyecto como “muy interesante para desarrollar estrategias de movilidad social y de participación de los chicos”.
La manera en que se legitiman estas iniciativas se articula del mismo modo que el Presupuesto Participativo, donde participan asambleas de vecinos, es decir, de manera no vinculante. Sin embargo, para la titular del Consejo “es importante que los chicos sean reconocidos como interlocutores por los adultos y por las autoridades ya que desconocer una propuesta planteada por un grupo de delegados escolares o de ONGs tendría un costo político y ético muy difícil de reparar”, adviertió Naddeo.
“Este es un lindo momento para decir las cosas que querés que cambien”, propone desde sus 10 años Cristian, y apunta a los políticos: “Que no roben más porque así la cosa no puede seguir”.
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Cómo comunicarse:
Consejo de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes de la Ciudad de Buenos Aires. Av. Roque Sáenz Peña 547 6º piso. Teléfono: 4331-3232/3297.
UNICEF: Teléfono: 4312-0123.
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