Teatro por la integración

El taller “Verte volar”, escuela teatral de personas con capacidades diferentes, presentó su muestra anual. Arte, amistad y mucha emoción en una noche para la celebración de la integración en las artes escénicas.

Lucía Paz

Lomas de Zamora, diciembre 2 (AUNO).- “Esto va para vos Chavo. Te quiero con todo mi corazón”, se escuchó de repente. La sala estaba llena de actores y familiares, y Gustavo que vestía el atuendo con el que luego saldría a escena, el de un fotógrafo de la década del 50, no dejaba de dedicar su actuación. Las sillas de ruedas iban y venían por el piso de la Casa de la Cultura de Adrogué y sobre ellas distintos actores con capacidades diversas comenzaban a compenetrarse en sus personajes. No había nervios ni egos. Sólo el placer del debut y la despedida, y una gran responsabilidad por el trabajo que en minutos plasmarían en la muestra anual del taller “Verte volar”.

Fue el domingo cuando, enmarcado en la segunda feria de las artes escénicas de Almirante Brown “De Borges a Soldi”, se llevó a cabo la muestra de la escuela teatral de personas con capacidades diferentes. Allí fueron presentadas creaciones colectivas del grupo y adaptaciones de clásicos como “Los disfrazados” de Carlos Pacheco, y “Juan Moreira” de Ricardo Gutiérrez.

El proyecto de este año nació a partir de fotografías en blanco y negro, que los alumnos recuperaron de los recuerdos familiares. Con ellas intentaron recrear sus historias y como resultado de las improvisaciones surgió la obra que representaron bajo el reflector. “Yo te quiero y lo hice por vos”, decía por lo bajo Gustavo mientras se golpeaba el pecho y señalaba a su sobrino.

La temática que guió el trabajo anual fue la identidad. “Trabajamos desde fotografías, con los intereses y las historias de los chicos, porque se aprende en medida que sabemos quiénes somos y nos abrimos al otro”, comentó Marcelo Domínguez, profesor y coordinador del proyecto, quién también tiene una discapacidad motora y hace siete años lleva adelante el taller, “después pasan cosas que ni siquiera nos imaginamos… por suerte”.

“Nos valemos del teatro para incentivar la sociabilidad, para ganar pequeñas batallas de independencia en cada uno”, explicó Marcelo, en diálogo con AUNO. “Ellos van descubriendo en función del juego teatral, que empieza desde lo más simple como comer solo hasta lo más complejo, que sería armar una producción teatral”, puntualizó.

“Verte volar” comenzó a funcionar en 2008 en un polideportivo municipal de Almirante Brown, que con el tiempo fue ganando espacio y en 2010 se trasladó a la Casa de la Cultura local donde hoy llevan a cabo talleres teatrales para niños, adolescentes y adultos. “Son programas para chicos especiales, pero con características de integración, porque también incluyen a chicos sin discapacidad”, aseguró Fernanda Rocamora, coordinadora de artes escénicas del espacio.

Hasta abril, cuando retome el taller, las clases del grupo de integración quedarán latentes. Mientras tanto, la segunda feria de las artes escénicas continuará con sus presentaciones y podrán presenciarse espectáculos, talleres y seminarios hasta el 19 de diciembre en un circuito que incluye a la Fundación Soldi, la plaza Brown y la Casa de la Cultura. Para el cierre, se espera la presentación de “La rosa de paracelso”, una obra basada en el cuento de Jorge Luis Borges y dirigida por Zulema Ozón.

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