Por la pandemia, los comedores se sostienen sólo con viandas

_Las autoridades de Lanús aseguraron que las consultas por cuadros gripales ”se redujeron a un tercio” en comparación con el mes pasado, aunque el desarrollo de la situación en los próximos días “es impredecible”. De la evolución diaria de las medidas que tome el gobierno comunal dependen las organizaciones sociales de la zona, que suspendieron todas sus actividades salvo la asistencia alimentaria, que sostienen en forma de viandas._

A poco más de 15 días de decretada la suspensión de clases en el municipio de Lanús debido a la propagación del virus de la Gripe A (H1N1), la cantidad de consultas por probables contagios emprendió el período de descenso, aunque “aún es impredecible cómo se va a desarrollar la situación en los próximos días”, recalcó el secretario de Salud municipal. Mientras los consejos que estimulan a la población a evitar las aglomeraciones continúan vigentes, las organizaciones sociales de la zona se las ingenian para darle una continuidad a la asistencia alimentaria que llevan a cabo en los barrios, la única actividad que no se vieron obligadas a suspender.

A raíz del crecimiento de los contagios de la influenza A, que en pocos días creció de decenas a centenares y que no tardó mucho más en alcanzar los miles en todo el territorio nacional, la atención de las autoridades gubernamentales se enfocó en la puesta a punto del sistema sanitario para poder enfrentar la situación, por un lado, y en la activación de medidas que pusieran un freno a los contagios, por el otro.

La suspensión de las clases y de actividades públicas que implican la reunión de grandes cantidades de personas en un mismo espacio resultaron las medidas más aconsejadas. Según el secretario de Salud de Lanús, Luis García, fue gracias a esa clase de medidas “y a la toma de conciencia de la población que se redujo el porcentaje de consultas”. Sin embargo, “sólo se podrá decir que estamos saliendo del cuadro crítico si el amecetamiento se sostiene en los próximos diez días y no hay un repique de la enfermedad”, recalcó a AUNO.

Si bien no existió contacto entre funcionarios del municipio y responsables de organizaciones sociales que trabajan en los barrios más postergados de la zona para elaborar una estrategia conjunta de cara a la situación, las organizaciones se guiaron por las órdenes que desde la comuna bajaron hacia las escuelas y suspendieron la mayoría de sus actividades y se las rebuscaron para no interrumpir la asistencia alimentaria.

Es el caso de los comedores que el Frente Popular Darío Santillán mantiene en cuatro barrios en situación de pobreza del municipio, que ofrecen las raciones diarias de almuerzo y merienda en forma de vianda. “Nos manejamos por la nuestra, porque desde el municipio no se acercan nunca. Nos mantenemos informados sobre las medidas que se toman a diario y así vamos viendo”, explicó a esta agencia una de las coordinadoras de los espacios, Carmen Ozorio.

Las raciones de alimentos que el gobierno de la provincia de Buenos Aires les envía, que según Ozorio, “disminuyó en cantidad y en variedad después de las elecciones”, sumado a lo que pueden adquirir a partir de los tickets que llegan desde el municipio, les alcanza para cubrir entre 70 y 80 raciones diarias de almuerzo y merienda por comedor –ubicados en los barrios de La fe, Gonnet, Villa Urquiza y Villa Besada, en Lanús-. “Con los vecinos acordamos que ellos dejan los recipientes con tapa a partir de las 10 y a las 15 y los retiran a las 12.30 y a las 17 con los alimentos. Tratamos de manejarla lo mejor posible”, añadió.

El mismo mecanismo, aunque con una margen bastante más holgado de recursos, implementaron los responsables de la Fundación Pupi para continuar con la asistencia alimentaria de los 130 chicos en edad escolar inscriptos en “Alternativa de Vida”, uno de los principales proyectos de la organización que los mantiene ocupados en diferentes actividades educativas, deportivas y recreativas a contraturno del horario escolar y que se encuentra suspendido, como el resto de las actividades allí, desde la primera semana de julio.

“Como organización receptora de grupos de personas y promotora del trabajo y actividades colectivas, no podíamos no hacernos cargo de la responsabilidad que nos cabía para evitar la propagación de la enfermedad y el contagio de la población que participa de la fundación”, clarificó su coordinador general, Andrés Delafuente.

Para el coordinador de la organización que inauguró el jugador de futbol Javier Zanetti en Remedios de Escalada hace más de una década, el alimentario fue “el más grave” de los problemas que generó la epidemia. Si bien convirtieron en viandas las raciones de alimentos que cada chico recibe a diario en la fundación, la complicación llegó con la “multiplicación de bocas”: “Enviar una ración que en la fundación alcanza para alimentar a una persona, a una casa donde son más de cuatro las bocas que comen no está bien. Tuvimos que ajustar la ecuación para tratar de ser lo más equilibrados posibles”, argumentó.

El ajuste, que finalmente pudo ser aplicado, no necesitó más que la inversión de mayor cantidad de “recursos propios, de donde surge la gran mayoría de la financiación de la fundación”, sumado a “un reajuste de las donaciones que de tanto en tanto recibimos”. El resto de las actividades que se desarrollan allí, como talleres de teatro, programas para madres adolescentes y talleres deportivos, fueron suspendidas “por lo menos hasta el 3 de agosto, aunque hay que ver cómo evoluciona todo”.

En tanto, los chicos y el personal de la fundación fueron vacunados contra la influenza común en el Hospital Evita de Lanús, mientras que los menores de entre 45 días y 13 años recibieron una dosis de refuerzo. No obstante, y teniendo en cuenta los recursos de la organización, los chicos que forman parte del proyecto “Alternativa de Vida” cuentan con la cobertura de un programa de medicina prepaga de Cruz Blanca, empresa con la que la fundación tendió puentes.

El área sanitaria de la población con la que trabajan los cuatro comedores del FPDS fue cubierta por la organización a través de talleres sanitarios “que no fueron suspendidos” y que están funcionando de forma semanal coordinados por asistentes sociales. “La gente confía mucho en los talleres, que existen desde antes de desatada la enfermedad. Cada vez se suman más y más consultas”, apuntó Ozorio.

La vuelta a la normalidad en el trabajo de las organizaciones parecería estar atado al panorama que exponen las autoridades municipales, en este caso. En este sentido, el funcionario García confirmó que el porcentaje de personas que se acerca a hospitales, clínicas y unidades sanitarios del municipio para atenderse por síntomas que refieren aun cuadro gripal “es la tercera parte que hace un mes, una cantidad muy cercana a la habitual de la época invernal de años anteriores”, aunque “es impredecible cómo se desarrollará la situación en los próximos días”.

AMB-AFD-EV
AUNO-17-07-09
aauno@yahoo.com.ar

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