Por el derecho a trabajar

Los obreros de la fábrica de cerámicos Zanon, encargados de gestionarla desde 2001, acampan en la Plaza de los Dos Congresos para pedir la sanción de una ley que proteja el futuro de las empresas expropiadas.
Por Daniela Bordón

(AUNO-Tercer Sector*) Hace ya tres años que la fábrica de cerámicos Zanon, de Neuquén, es gestionada por sus obreros. En ese lapso, los trabajadores aumentaron la capacidad productiva de la empresa y crearon puestos de trabajo, además de construir un fuerte vínculo con la comunidad. Sin embargo, la cooperativa que formaron aún no es reconocida por la Justicia, una traba que les impide tanto exportar como acceder a beneficios sociales. Y la deuda contraída por sus antiguos dueños deja a los obreros bajo el riesgo de ser desalojados y perder su fuente laboral. Para difundir el conflicto y pedir una ley que asegure el futuro de todas las fábricas gestionadas por obreros, una delegación de treinta trabajadores instaló una carpa frente al Congreso, donde se quedarán hasta el sábado.
Andrés Blanco, uno de los delegados, explicó a AUNO que uno de los objetivos del acampe es avanzar en un proyecto de ley de expropiación definitiva para las empresas recuperadas. “Queremos discutir con quienes estén en la misma situación que nosotros. La mayoría de las empresas no son expropiadas en su totalidad: o parcialmente la maquinaria o parcialmente el inmueble “#8220;explicó-. Esto genera que los trabajadores hagan convenios por determinada cantidad de tiempo. Cuando se les vencen, quedan en situaciones como la nuestra o peor”.
Los lineamientos del proyecto de Ley de Expropiación definitiva fueron presentados ayer junto a diputados nacionales, en la carpa levantada en el Congreso, curiosamente, la misma que alquilaron los docentes cuando se instalaron más de mil días durante el menemismo.
Los obreros comenzaron a gestionar el lugar a fines de 2001, luego de que los dueños de la fábrica intentaran cerrarla bajo el argumento de que ya no era viable. De hecho, la Justicia laboral de Neuquén condenó por lock-out a la empresa, es decir, por paro patronal. Además, la Justicia Comercial desplazó al directorio de Zanon por considerar que había ocultado balances y documentación contable. El nombre de la cooperativa que formaron es FaSinPat, la sigla que sintetiza su funcionamiento: “Fábrica Sin Patrones”. Todas las decisiones son tomadas de manera conjunta, en asambleas de las que participan todos los turnos.
Desde que Zanon es gestionada por los trabajadores, la capacidad productiva se incrementó del 21 al 30 por ciento. Además, se abrieron unos 170 puestos de trabajo. Para cubrirlos, los obreros convocaron tanto a ex empleados de la empresa como a organizaciones de desocupados y a miembros de la comunidad mapuche. Esta apertura se debe, según Blanco a que “la fábrica es de nuestro pueblo, y está al servicio de la comunidad”. Además, Neuquén recibió de los obreros “gestos concretos como donaciones” contó el ceramista. Así fue que pudieron instalar un pequeño servicio de salud en un barrio donde tanto se necesita. “La fábrica es visitada por colegios que hacen actividades en el lugar “#8220;agregó-. Es un gesto en pequeña escala de lo que significa la fábrica gestionada por los trabajadores”.
En este marco, la pregunta es ¿y la comunidad responde? La respuesta de Blanco está cargada de asombro y alegría: “¡Obviamente!”.
Un ejemplo de la dimensión del apoyo popular a los ceramistas se dio durante 2003, “en uno de los tantos intentos” de desalojo de la fábrica. “La sociedad se manifestó activamente, porque la CTA largó un paro provincial que tuvo alto acatamiento. Eso fue lo que forzó a que no pudiera entrar un solo policía a la fábrica, ni un gas”, relató Blanco.
Uno de los acreedores de la firma es el propio gobierno provincial, que durante la década del 90 entregó créditos por tres millones y medio de pesos a la antigua administración. Los préstamos se hicieron a través del Instituto Autárquico de Desarrollo Productivo (Iadep). Ahora, el gobernador Jorge Sobich quiere cobrar esa deuda, y de hecho, la jueza Ana Lía Zapperi solicitó el embargo y remate de la maquinaria “con el uso de la fuerza pública, una decisión que los trabajadores repudiamos”, subrayó el ceramista. Ahora, quien deberá aclarar el tema es el juez a cargo del concurso de acreedores de la firma.
Mientras tanto, los trabajadores se esfuerzan en dar difusión a su conflicto. Para potenciar su objetivo, contaron con el apoyo de León Gieco, Víctor Heredia, Teresa Parodi e intelectuales como Osvaldo Bayer que acompañan a los ceramistas y su lucha. El viernes se presentará Horacio Fontova y el sábado tocará Flavio Cianciarullo, ex bajista de los Fabulosos Cadillacs. “Era una apuesta venir acá “#8220;sintetizó Blanco”#8221;. Pero las expectativas que teníamos se superaron, porque se acerca mucha gente y podemos hacer difusión persona a persona”.
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Cómo comunicarse:
www.obrerosdezanon.org
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*Agencia Universitariade Noticias y Opinión.
Revista Tercer Sector.

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