Pan para hoy, pan para mañana

La obra Pan… de cada día, del grupo de teatro lomense La Compasiva, dará fin a su serie de presentaciones locales este sábado en el Teatro de las Nobles Bestias, para festejar la mención obtenida en la Fiesta Nacional del Teatro. Luego, girará por el Interior y tal vez por España. Su director explica cómo fue dar forma a una obra de teatro sin voces que igualmente admite a un espectador activo.

Agua, harina y mucha expresividad transitan sobre las tablas en “Pan… de cada día”, obra de la compañía de teatro independiente La Compasiva, que resultó premiada en la 24ª Fiesta Nacional de Teatro en 2008 y que este sábado 30 completará el ciclo de presentaciones en el Teatro de Las Nobles Bestias de Temperley, antes de comenzar una gira por el Interior.

Como no todo puede ponerse en palabras, “Pan… de cada día” relata como en el cine mudo la historia de una pareja desde el primer contacto hasta la vejez, atravesando instancias como el nacimiento de un hijo y su partida, la separación, el encuentro con los deseos postergados y el redescubrimiento del amor, logrando una síntesis en la que el espectador tropieza con sus propias vivencias, a pesar de que los actores no hablan en los 55 minutos que dura la obra.

La utilización de recursos del expresionismo, una importante apuesta en el manejo de un proyector que Él enfoca sobre el cuerpo de Ella y el juego con la escenografía lograron su efecto en el jurado de la competencia bonaerense, que los eligió para participar de la 24ª Fiesta Nacional de Teatro (2008), que culminó a fines de marzo pasado con la muestra de las mejores obras del país en Chaco.

“En ningún momento hubo prejuicio de cómo debía ser, nos dejamos llevar por el planteo inicial generando una historia que resultó no dar lugar a la palabra”, explicó a AUNO el director del grupo Nobles Bestias, Alfredo Badalamenti, sobre el proceso de producción que estuvo enfocado en “encontrar un argumento y una forma de contar que permitiera un espectador activo”.

En 2006, Gabriela Pagés y Mario Marino —los protagonistas— comenzaron a trabajar en un conjunto de números cortos sin voces que con la ayuda de Badalamenti, y a partir de una investigación profunda y tres meses de ensayo, lograron “tomar sentido como totalidad”.

En la obra, los actores tienen un hijo de harina y agua, lo moldean a su semejanza, lo hornean y luego incluso lo devoran: “Es muy difícil sentirse identificado con el hecho de comer al propio hijo, ¿pero acaso no sucede? Imponemos normas y valores desde la educación que les impiden ser libremente”, reflexiona Badalamenti.

“¿Qué sucede cuando esa persona en la que proyectamos nuestros sueños no es lo que deseábamos? —se pregunta el director— Las separaciones que utilizan a los chicos de trofeo y los dejan sin contención ¿no están dejando marcas en ese sujeto? ¿No lo están mordiendo de alguna manera?”

El grupo La Compasiva de Temperley, integrado por Gabriela Pagés y Mario Marino, y su director Alfredo Badalamenti se presentará a mediadios de junio en el 2º Festival Federal de Teatro en Chaco, luego de una última presentación el sábado 30 en el teatro de Zona Sur, ubicado en 14 de Julio 142, Temperley.

Además, habrá funciones de “Pan… de cada día” el sábado 6 en Vicente López, el martes 16 en el Centro Cultural de la Cooperación, los dos últimos fines de semana de junio en la Sala de la Comedia de la Provincia de Buenos Aires en La Plata, en agosto en Formosa y en septiembre, posiblemente, la obra viaje a España.

RM-LP-AFD
AUNO-28-05-09
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